Si no eres un hombre que tiene sexo con otros hombres seguramente la palabra PrEP no te dice nada. Por el contrario, si esta palabra te suena, es porque estás reciclando tus conocimientos en lo que a prevención de VIH se refiere.

La PrEP (acrónimo inglés de Pre-Exposure Prophylaxis) es una pastilla que las personas seronegativas pueden tomar para evitar infectarse por VIH cuando piensan que se van a exponer al virus. Igual que cuando uno viaja a una zona endémica de malaria y toma una pastilla mientras está “expuesto” a ello. La PrEP se puede tomar de continuo, o bien sólo los días que rodean a un evento.

Nuestro colectivo usa el preservativo en altos porcentajes y, sin embargo, de las nuevas infecciones por VIH en la actualidad, suponemos más del 51%. Ésta es una realidad extensible a la mayor parte del mundo occidental, por lo que hay que asumir que el uso del preservativo tiene un límite. Por eso, la PrEP se presenta como una opción preventiva más.

La PrEP está produciendo en la sexualidad gay una revolución similar a la que la píldora anticonceptiva produjo en la mujer durante los años 70. Tanto la PrEP como la píldora funcionan de la misma manera: son “condones químicos” pensados para “prevenir” riesgos derivados de una relación sexual. En este caso, en vez del embarazo no deseado, es la transmisión del VIH.

El tener diferentes opciones preventivas para elegir o combinar siempre es algo positivo y también necesario.
Esta estrategia preventiva, cuya eficacia está comprobada científicamente, está aprobada en varios países: EEUU, Francia, Australia, Israel, Canadá, Kenya y Sudáfrica. Es totalmente voluntaria y, además, la prescripción de este fármaco está dentro de un seguimiento médico de las ITSs.

Es cierto, que la PrEP no está exenta de controversias: Los detractores de la PrEP, hablan de la bajada de guardia que esto podría suponer en la prevención de otras ITSs y del gasto sanitario.
Pero claro, el condón no es invencible, porque… ¿acaso alguien en la sala lo usa siempre, con todos y para todo?

En pocos años, el coste del medicamento genérico será más que asumible para la mayoría de nosotros y no todo medicamento debe estar cubierto por la Seguridad Social. Cuando nos vamos de vacaciones, también nos pagamos las profilaxis y sin embargo ¡nadie pone el grito en el cielo!

¡Es posible que la PrEP llegue a Euskadi antes de que nos demos cuenta y tengamos la libertad de elegir cómo protegernos según nuestras necesidades y apetencias!

Comisión Ciudadana Antisida de Bizkaia