Si eres de los que no soportan que te dejen en vilo con loa finales de temporada de tus series favoritas y tener que esperar hasta que cuelgan los nuevos capítulos, y si además te tragas las series en modo maratón de una sentada de principio a fin, estás de suerte, porque llega la cuarta y última temporada de “Eastiders”, la serie sobre el amor imperfecto.

‘EastSiders’ cuenta la historia amorosa de Cal y Thom, dos hombres complejos e imperfectos que buscan su propio camino en un mundo caótico lleno de reglas preestablecidas. Porque en el amor, como en el resto de los ámbitos de la vida, no todo tiene que ser blanco o negro. No debería haber nada preconcebido como “normal”. La vida es lo que queramos que sea, lo que nos funcione a cada uno. La relación de Cal y Thom sigue sus propias reglas y se reinventa a cada paso. No son perfectos ni quieren serlo, lo único que anhelan es ser felices, nada más, como la mayoría de vosotras, ¿a que sí?

Los dos primeros episodios de ‘EastSiders’ fueron lanzados en Youtube en diciembre de 2012. Una webserie con pocos recursos dispuesta a contar una historia LGTB que por aquelos años no tenían cabida en una televisión en abierto. Los dos episodios fueron virales, lo que les permitió conseguir el dinero para una primera temporada completa a través de crowdfunding. Desde ahí todo ha ido hacia arriba, con tres temporadas grabadas ya, una cuarta (temporada final) a punto de ver la luz, y formando parte ya del catálogo internacional de Netflix. Un éxito más que merecido para una serie con unos guiones magníficos, una fotografía de autor y una gran capacidad para embarrarse en la psicología de sus personajes.

Si hay algo que caracteriza a ‘EastSiders’ es que no es la típica historia gay. No divaga sobre estereotipos, sino que se mete de lleno en una relación con problemas que no entienden de orientación sexual. Una serie con personajes homosexuales y heterosexuales con los que aborda los mismos problemas. Las tramas huyen de lo extravagante, de los estereotipos, de los clichés, de lo excéntrico. Son historias cotidianas con una fuerza y coherencia narrativa cautivadora, llenas de reflexiones de fondo que no imponen, que solo invitan a abrir la mente y a que cada uno cree su vida como le plazca.