Selfimanía
Está claro que hoy en día todos (o la gran mayoría) llevamos encima algún tipo de dispositivo que nos permite hacer fotos en cualquier momento, con más o menos megapíxeles, con flash o sin él, panorámica o cuadrada,… y claro, si puedo inmortalizar cada momento y si tengo el poder de capturar todo tipo de imágenes, ¿cómo no voy a fotografiarme a mí mismo, si soy lo más bonito que hay?. Cuidado narcisistas en potencia, que este tipo de autorretratos puede costaros la vida!
Aunque parece de chiste, en lo que va de año han muerto 12 personas por estar más preocupadas de hacerse un selfi (o lo que toda la vida se ha venido llamando un autorretrato) que de lo que les rodeaba, así varios de las muertes se deben de cíadas, como un japonés de 66 años que cayó por las escaleras del Taj Mahal mientras intentaba hacerse una autofoto. Según las estadísticas son más las personas que mueren a causa de un selfie que las que mueren en todo el mundo por el ataque de un tiburón.
Hasta tal extremo ha llegado la cosa que el Ministerio del Interior de Rusia ha publicado un manual para hacerse fotos de manera responsable, y es que ya son varias las muertes en el país por esta causa, como los dos adolescentes que se electrocutaron por intentar hacerse una foto en el techo de un tren o la joven de 17 años que se tomó una foto sentada en la barandilla de un puente y resbaló.
No extraña entonces, que la Asociación Americana de Psiquiatría haya afirmado que los selfies pueden provocar una enfermedad mental o ser causa de ella. Según los expertos este trastorno consiste en el deseo compulsivo de tomar fotos de uno mismo, principalmente para compensar la falta de autoestima, y le han llamado selfitis (no, no se han roto la cabeza con el nombre).
Según los especialistas existen tres estados dentro de la enfermedad:
• Selfitis Borderline: cuando te tomas tres selfies al día pero no los compartes. Recomendable hablar con un especialista.
• Selfitis Aguda: si te haces tres selfies al día y las compartes en alguna red social. Deseo compulsivo obsesivo de sacar fotos de uno mismo y publicarlas en redes sociales como una forma de compensar la falta de autoestima y de llenar un vacío en la intimidad.
• Selfitis Crónica: más de seis selfies al día y las compartes en redes sociales. Tienes graves problemas de autoestima y la adicción te hará necesitar colgar cada vez más selfies para recibir seguridad mediantes ‘me gustas’ o comentarios. Es un arma de doble filo, porque las críticas te hundirán más.
Pero si a pesar de todo lo anterior eres un selfimaníaco, te damos unos consejos para que tus selfies sean la envidia de tus amigos:
• La oreja oculta: fíjate en las fotos de los famosos y verás que giran un poco la cabeza dejando una de las orejas ocultas. Te hará parecer menos ‘cara pan’.
• El ángulo: si no cuentas con un palo selfie y tienes que usar tu propia extremidad a modo de ‘gadgeto brazo’ procura que no se vea y cuidado donde pones el objetivo: una cámara muy alta te hará parecer más cabezón de lo que ya eres y un ángulo desde abajo dejará al descubierto tu papada.
• El temporizador: si ves que lo del brazo no es lo tuyo no olvides que la mayoría de los dispositivos tienen temporizador. Pon la cámara en lugar seguro y si eres un poco torpón, usa la opción de más segundos, para que no salgan tus posaderas en vez de tu cara mientras corres a colocarte.
• La esquina: no es conveniente que mires directamente al objetivo de la cámara o saldrás menos natural que los posados de verano de Ana Obregón. Dirige tu mirada a la esquina del teléfono.
• El squinch: no es otra cosa que cerrar levemente los ojos, pero sin pasarse, no vaya a parecer que te estás quedando dormido o aguantando un pedo.
• El teeging: otro palabro inventado es el teeging, que consiste en lo mismo que el squinch pero con la boca. Es decir, abrir la boca levemente mostrando solamente los dientes superiores y presionando con la lengua sobre ellos desde atrás.
• Cuenta atrás: mira hacia abajo y dispara justo al levantar la vista para agrandar tu mirada. También sirve si cierras los ojos y tras una breve cuenta atrás tomas la foto al abrirlos (cuidado con no tenerlos mucho tiempo cerrados o pueden robarte el móvil).
• La decoración: aunque tú eres muy importante en la foto no olvides tener en cuenta lo que hay detrás para que no salga tu culo peludo en un espejo del fondo que no te acordabas que estaba ahí.