París
Ahora sí, la ciudad del amor
Francía elegía la semana de San Valentín para aprobar la Ley que permitirá casarse a personas del mismo sexo. La norma entrará en vigor en abril y supone el paso de gigante que ya prometió el presidente Hollande en su programa electoral. Por eso, y porque París nos encanta, hemos elegido la ciudad del amor para nuestro viaje de marzo. ¡Bon voyage à tous!
Bertrand Delanoë, alcalde de París, alcanzó su mayor cota de popularidad durante una entrevista de televisión en la que declaró su homosexualidad. Tres años después, en 2001, fue apuñalado durante la Noche Blanca de París por un individuo que confesó ante la policía que odiaba a los “homosexuales” y a los políticos.
Una década después, las personas del mismo sexo ya pueden casarse en Francia y la bandera arcoíris ondea en multitud de bares, discotecas y hoteles de la capital. Antes de lanzarte a todo eso, es de obligado cumplimiento admirar la Torre Eiffel (y hacerse unas cuantas fotitos con la bella estampa de fondo) o entrar en la Catedral de Notre Dame, lugar en el que vivió el popular jorobado de Victor Hugo. Además, en ella se coronó a Napoleón y se beatificó a Juana de Arco, así que no hay excusa para no entrar.
Dos de los puntos clave del “turismo convencional” de París son el Arco del Triunfo y los populares Campos Elíseos. Patéate también Montmartre, Ste-Chapelle, el Barrio Latino o la Plaza de la Concordia. En el Sacré Coreur podrás disfrutar de su extensa zona comercial y de los grandes almacenes Lafayette. En la misma zona, tus oídos se derretirán con locales donde escuchar la chanson francesa.
Sólo con esto ya tienes para un fin de semana, pero reserva algo de tiempo para los imprescindibles museos de París. Aunque las pinacotecas te den alergia, sería imperdonable no visitar el Museo del Louvre, el más visitado del mundo. Por fuera, podrás admirar la pirámide de cristal y, por dentro, te perderás en sus kilométricos pasillos repletos de obras de arte. La que más expectación causa, por supuesto, es la Gioconda, de Leonardo DaVinci. El centro Pompidou (espectacular) o el Museo d’Orsay son otras de nuestras recomendaciones culturales para tu periplo parisino.
Información práctica
La vía más cómoda para llegar a París es la del avión. La capital parisina cuenta con dos aeropuertos, el de Charles de Gaulle (a 23 kilómetros) y el de Orly (a 14 kilómetros). Desde el primero, necesitarás de la ayuda del transporte público: Cuentas con autobús (entre 8,4 y 12 euros), a cualquier hora del día o de la noche. También tienes tren (RER Rail), en un trayecto sensiblemente más barato y rápido. Si te vence la pereza, que sepas que ir al centro en taxi te saldrá por más de 50 euros.
Si llegas a Orly, pagarás entre 6 y 9 euros de autobús (el trayecto es de 30 minutos) o 35 euros de taxi. También cuentas con servicio de metro, que, en el caso de París, destaca por su facilidad y buen servicio. De hecho, funciona todos los días de 5:30 a 0:30, y cuentas con mapas gratuitos en todas las estaciones.
Fundamental también encontrar un buen lugar para descansar y coger fuerzas. Es innumerable la lista de hoteles para alojarte en París. Los gay-friendly están recogidos en una web espectacular que te recomendamos encarecidamente: www.worldrainbowhotels.com/europe/france/paris
El ambiente, en Marais
Dejamos atrás los museos, las catedrales y los (preciosos) barrios de París, para adentrarnos en su rica vida LGTB. Bares con la banderita los podrás encontrar en cualquier distrito de Paris, pero el equivalente a Chueca está en el barrio de Marais, en el Distrito 4. Dirígete al cruce entre Rue des Archives y Ste-Croix de la Bretonerie, y en su entorno encontrarás multitud de posibilidades.
Hace un par de décadas, el corazón de la vida LGTB se repartía entre los barrios de Halles y Montorguiel, cerca de Marais. Aún hoy, estos dos barrios siguen siendo refugio de varios restaurantes y bares decorados con la bandera arcoíris.
Volviendo a Marais, además de los negocios de ‘ambiente’, el barrio también ofrece la posibilidad de admirar el Ayuntamiento de París, el Museo Picasso o la plaza des Vosges. En plena Rue des Archives se encuentra uno de los bares LGTB más conocidos y asentados de la ciudad, el Open Café. Dos portales más allá, en la misma calle, tómate algo en Le Cox (tiene Happy Hour sobre las 20:00).
Seguimos nuestro camino y nos dirigimos a rue du Temple. Allí encontraremos Raidd Bar, conocido por sus sofás de terciopelo, sus camareros de ‘casting’ y su terraza. Característico de Francia es también el espectáculo bajo la ducha, incluido en este singular garito.
Si te quedan fuerzas, puedes visitar también Banana Café, en rue de la Ferrnnerie. Aunque está un poco de capa caída, los fines de semana incluye espectáculo de gogos. Junto a Pompidou encontramos otra posibilidad, Café Beaubourg, un pequeño café de ambiente gay con una (también pequeña) terraza.
Los bares favoritos de las lesbianas los podemos encontrar al sur de Marais, entre rue du Roi de Sicilie y rue des Ecouffes. 3W Café, La Champmeslé, Le 3eme Lieu o Le Boobsberg son sólo algunos ejemplos de lo que te encontrarás en esta zona.
Pero la reina de la noche LGTB de París es Le Queen. Ubicada en los Campos Elíseos, esta discoteca es la que más afluencia de público soporta en la ciudad del amor. Hasta los heterosexuales suelen animarse a bailar en este mastodonte.
Teatro y espectáculos
Además de por su nutrido ambiente LGTB, París también es conocida mundialmente por la variedad de espectáculos que ofrece. Si hablamos de cabaret, hablamos del Moulin Rouge (en Montmartre 82). Sólo por ver el espectáculo, te clavarán 90 euros. Con cena, el precio se queda en 145 euros. En los Campos Elíseos tienes otra famosa alternativa, Lido (80 euros, 140 con cena). Famoso por el espectáculo ‘el arte del desnudo’, encontrarás Crazy Horse, con precios desde los 50 euros (para verlo desde la barra). Hay shows durante toda la noche.
Desde BLUE te prometemos que cualquier momento es bueno para viajar a París, pero a finales de junio, concretamente el sábado 29 de 2013, se celebra el Marche des Fiertés (el Orgullo Gay de París). ¡Anímate, y nos lo cuentas!