Pablo Alborán
Pablo Alborán podría ser, perfectamente, el protagonista de una película en Disney Channel. Canta, compone, toca piano y guitarra y es más guapo que la mezcla entre Tom Cruise y Ashton Kutcher. El fenómeno Alborán no se veía desde los tiempos de Alejandro Sánz, y con sólo dos discos en el mercado, tiene canciones como para parir un grandes éxitos sin sonrojarse. Lleva demasiados meses sin parar y es consciente de que necesita pisar suelo para poder seguir adelante. Después de la gira que le traerá a Bilbao (el 8 de junio estará en el Bizkaia Arena) se tomará un merecido respiro para decidir hacia dónde tirar. Antes de hacer la bomba de humo, Pablo ha querido sentarse con BLUE para hablar de lo divino y de lo humano y, ya de paso, para demostrarnos que tener 23 años no implica ser un inmaduro…
BLUE.- Da la sensación de que lo tuyo ha sido llegar y besar el santo. ¿Da vértigo llegar tan alto en tan poco tiempo?
P.A.- Bueno, no ha sido exactamente así. Detrás del primer disco estuvimos tres años trabajando sin parar y buscando la forma de arrancar. Tras esos tres años están los concursos, conciertos benéficos y llamadas a varias puertas sin respuesta. Aunque sí es cierto que una vez que salió el disco todo ha ido muy rápido y hay que centrarse en el trabajo y en nuestros objetivos para que no se nos vaya a ninguno de las manos. Más que vértigo es una cuestión de respeto hacia la profesión, nadie quiere ser flor de un día.
B.- Muchos desconocemos cómo se gestó tu debut discográfico…
P.A.- Internet jugó un papel muy importante desde los 13 años, pero siempre hay una tercera persona que te presenta a alguien. En este caso me presentaron a Manuel Illán, que fue mi manager y productor. Estuvimos preparando un disco durante tres años, no sabíamos muy bien a dónde iba a parar. Lo hicimos sin discográfica, de manera independiente y por apuesta suya. De pronto subí unos vídeos a Youtube, como llevaba haciendo desde chico a través de Myspace, pero de pronto, en ese momento, todo se disparó. Emi Music siempre estuvo alerta, apareciendo en los estudios y echando el ojo como quien dice. De pronto, vimos claro que existía un público, no sabíamos de dónde y como era, pero ya había un público…
B.- ¿Cómo ha cambiado tu vida desde tu llegada a la música?
P.A.- Hombre, cambiar ha cambiado bastante, aunque mis costumbres y mis aficiones siguen siendo las mismas. Mis caprichos nunca han costado dinero y siempre he buscado la sencillez y la tranquilidad en mi vida y en mi entorno. Es cierto que esta profesión de tranquila no tiene nada, pero lo único que espero es aprender de ella y del equipo de trabajo.
B.- Hay quien ve un cierto paralelismo entre el fenómeno Alborán y el que vivió hace un par de décadas Alejandro Sánz…
P.A.- Curiosamente, el público es muy variado, hay de todo, ¡y eso es buenísimo! Ver como aparecen las abuelas con sus hijas y nietas a las firmas de discos, o que vengan los novios enfurruñados con sus novias y acaben disfrutando, eso es una bendición! (risas). Es bonito ver que la música a veces, no tiene límites y nos dejamos llevar todos.
B.- ¿Alguna vez te has sentido ‘acosado’ por tus seguidoras y seguidores?
P.A.- No me he sentido jamás acosado por ninguna persona, de hecho me preocupo cuando hay mucha gente en las salidas, porque hay veces que corren más complicaciones ellas y ellos que yo. A veces los empujones y la mala educación pueden ser peligrosos De todos modos, siempre he tenido mucha suerte y los seguidores siempre han tenido un respeto y un cariño inmenso conmigo. Saben que soy, dentro de esta locura, un ser humano de 23 años, nada más.
B.- El estrellato no te libra de la prensa del corazón. ¿Cómo es tu relación con los paparazzis? ¿Consigues proteger tu vida privada de los ellos?
P.A.- Pese a todo, soy un afortunado. Esto forma parte de mi trabajo y de la popularidad, pero no me condiciona para poder vivir.
B.- En mayo arranca tu gira de verano/otoño, una de las más extensas en España. ¿Qué nos vamos a encontrar en ella?
P.A.- Esta nueva gira es un salto bastante grande con respecto a las anteriores. A nivel estético, habrá un gran porcentaje de espectáculo visual, pero sin perder nuestra esencia. No quiero perder la cercanía con el público, es realmente mágico sentir que estamos conectados por la música, intentar mirar a los ojos de cada persona, dejarnos llevar… Y, a la vez, hay muchísimo, pero muchísimo ritmo.
B.- ¿Cómo es trabajar con Pablo Alborán?
P.A.- Supongo que esa pregunta habría que hacérsela a mi equipo y músicos. Solo puedo decirte de mí que soy exigente conmigo mismo y que no me canso de practicar, de ensayar. Puede que sea muy perfeccionista, pero tengo la suerte de estar rodeado de genios y de maestros de los que aprendo en cada minuto. Soy yo el que tiene que estar a su altura.
B.- ¿Sueles tener un hueco para visitar las ciudades por las que pasas?
P.A.- Desgraciadamente no. Es muy complicado si tenemos concierto. Mi tiempo libre lo dedico a las personas a las que quiero y cuido. Esas que siguen estando a pesar de los focos. También hago mucho deporte, lectura y mucho cine.
B.- El 8 de junio vienes a Bilbao. ¿Conoces la ciudad?
P.A.- No solo conozco Bilbao sino que encima tengo un familiar que es de aquí. Además, es de los lugares en los que me han tratado con más cariño. Me he pasado las últimas visitas encerrado en un txoko con amigos de aquí que invitaron a todo mi equipo, sin conocerlos casi de nada.
B.- Por el momento, el estilo Alborán se caracteriza por las baladas intimistas y letras centradas en el amor y el desamor…
P.A.- Las personas que han venido a nuestros conciertos, saben que hay más de rock, pop y ritmos “manouche” que baladas. Pero sí, le canto a las emociones, y en las emociones hay de todo, amor, desamor, decepción, rabia e historias como las de “loco de atar” que habla de un vagabundo del que todo el mundo hablaba. “En brazos de ella” por ejemplo está inspirada en el libro “En brazos de la mujer madura”, es una historia de amor pero desde una perspectiva completamente distinta. Es una mujer que se enamora de un chico más joven y la canción explica todas las dudas que le genera estar con alguien que no ha vivido ni la mitad de lo que ha vivido ella, musicalmente es un tema electrónico y rock.
B.- ¿Cuándo visitan las musas a Pablo Alborán?
P.A.- Eso nunca se sabe, la inspiración llega cuando llega.
B.- Hace pocos meses visitaste el plató de La Voz, uno de los pocos programas musicales que quedan en televisión. ¿Qué te parece este tipo de plataformas para descubrir nuevos talentos?
P.A.- Creo que siempre y cuando uno sepa que es un concurso televisivo y sepa a lo que va, servirá entonces como gran plataforma musical. De todos modos, echo de menos algún programa que permita cantar canciones propias.
B.- ¿Cuál es la entrevista más absurda que te han hecho?
P.A.- Cuando me preguntan sobre cosas íntimas y sin ningún tipo de educación. En la primera página de mi vida estará siempre la música y es lo que importa.
B.- Eres jovencísimo, pero te proponemos que eches la vista atrás: ¿Cuál ha sido el momento más especial de tu carrera? ¿Y una situación ‘tierra trágame’ que recuerdes?
P.A.- Bueno soy muy joven, je, je, je. Supongo que una de las más especiales fue el primer concierto en Málaga, tal y como siempre soñé. Y una situación “tierra trágame”… ¡cuando se me olvidan mis propias letras en los conciertos!
B.- Y después de la gira, ¿qué hará Pablo Alborán?
P.A.- Hay muchos proyectos en mente, pero está claro que desapareceré durante un tiempo. Es sano para todos.
B.- Para terminar, haz de comercial: Anima a nuestros lectores a acudir al concierto del día 8…
P.A.- ¡Uh! Me vendo fatal. Lo único que puedo decir es que me dejaré la piel en el escenario y como soy muy “comilón” me iré de pinchos antes del concierto para llegar fuerte al escenario! Habrá romanticismo, muchísimo ritmo y mucha música!
• El libro que te acompaña durante la gira… “Escucha esto” De Alex Ross.
• ¿La maleta para salir de gira te la hacen o la haces tú? Eso de que te hagan la maleta suena fatal, me la hago yo, como siempre!
• Un ídolo musical… Pat Metheny.
• El primer disco que te compraste… Uno de Dulce Pontes.
• Tu última juerga fue en… en casa de unos amigos viendo el fútbol.
• Tu primer beso fue… en un escondite del colegio.
• En televisión ves… La verdad es que la veo muy poco. Veo series compradas (Walking Dead, Breaking Bad…).
• En un restaurante, no puedes dejar de pedir… Agua.
• Un político en el que confíes… Difícil respuesta.
• Ante los casos de corrupción sientes… Decepción.
• Un mito erótico… No tengo mitos eróticos, me gusta más lo terrenal y real.
• Te da pavor… La vejez en soledad.