Nueva agresión homófoba en Madrid
Los agresores, 8 encapuchados, asaltaron a un joven de 20 años al entrar en el portal de su casa, le cortaron el labio y marcaron con un cuchillo la palabra «maricón» en el glúteo, según la declaración de la víctima incluida en el atestado abierto por delito de odio.
La Policía Nacional investiga una brutal agresión cometida a media tarde de ayer en un portal del barrio de Malasaña, en el centro de Madrid. Según ha denunciado la víctima, ocho individuos vestidos con sudaderas negras y pasamontañas le asaltaron cuando entraba al portal de su casa, le cortaron el labio con una navaja y a continuación le seccionaron un glúteo marcándole con el cuchillo la palabra «maricón«. Todo ello a las17:00 horas, a plena luz del día.
Los encapuchados accedieron al portal a la vez que su víctima, y tras cortarle el labio inferior con una navaja mientras le llamaban «maricón», «asqueroso» y «comemierda», le tumbaron en el suelo, le bajaron los pantalones y le realizaron las citadas heridas en el glúteo. El joven también ha relatado a la Policía que durante la agresión los encapuchados hicieron una referencia al «anticristo».
Aumento de casos
La Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales ha condenado la agresión a través de Twitter y ha señalado un repunte de este tipo de ataques: “Llevamos meses advirtiendo: los discursos de odio fomentan los ataques al colectivo LGTBI. Este es otro ejemplo, extremo, de lo que ocurre cuando no se dan soluciones efectivas a estos ataques. Es necesario revisar la legislación sobre delitos de odio para que proteja de manera efectiva a los grupos vulnerables, entre los cuales está el colectivo LGTBI”.
Las agresiones tienen lugar porque hay un grupo político y una cultura (religión, medios de comunicación, espectáculos taurinos) que las propicia. Las personas que no respondemos a lo que el heteropatriarcado esperaría de nosotras tenemos que estar más organizadas, al menos tanto como la gente que se reúne un rato todos los fines de semana en sus templos. En torno a una nueva religión atea/agnóstica, no dogmática, feminista, antirracista, ecologista y aliada de los movimientos LGTBIQ, lo conseguiríamos, y seguramente se formarían muchas comunidades. En infinito5.home.blog escribo sobre ella.