Algunos países han aprovechado la situación causada por el Covid-19 para atacar y privar de los derechos que tanto les ha costado conseguir al colectivo LGBT, en especial a las personas trans (como es el caso de Hungría donde se han cambiado las leyes en contra de las personas transexuales o Perú donde las mujeres trans se ven humilladas a diario por parte de la propia policía). Pero afortunadamente en la otra cara de la moneda encontramos casos como éste, en el que mujeres transexuales, a pesar de ser las más olvidadas, ellas no se olvidan de los demás.

Y es que cuando el nuevo coronavirus comenzó a propagarse en México y las calles quedaron casi desiertas, un grupo de transexuales que se dedican al trabajo sexual, en la céntrica ciudad de Toluca, quiso solidarizarse con los más necesitados y montó un comedor para ofrecerles un plato de comida.

En una humilde vivienda de esa urbe en el estado central de México, Rudy Díaz y otras seis mujeres transexuales preparan grandes cacerolas de arroz y frijoles, mientras otras compañeras aguardan ansiosas frente a una mesa en el patio.

“La iniciativa fue pensando en nosotras porque nadie se acuerda de nosotras. ¿Te imaginas? Si cuando no estaba el covid-19 nadie se acordaba, ahora que existe, menos”, dice una de las voluntarias de este proyecto, trabajadora sexual y cocinera en el colectivo Mujeres Trans Famosas Toluca.

Con hambre y miedo, trabajadoras sexuales han terminado en la calle después de que algunos hoteles, donde vivían o solían prestar sus servicios, acataran las órdenes del gobierno mexicano a cerrar temporalmente por la emergencia sanitaria.

El miedo a contagiarse de COVID-19 mantiene, además, alejados a los clientes agudizando la necesidad económica en este secto.  “No hay una ley, somos anónimas, donde no se nos reconoce jurídicamente, eso nos ha rezagado porque no podemos pedir un préstamo bancario y sin embargo tenemos que resguardarnos por la pandemia”, se lamenta Tania Vázquez, portavoz de la organización.