Montreal
Conviene que os expliquemos que al otro lado del charco el turismo gay ni acaba ni empieza en Nueva York y San Francisco, Canadá es un país a explorar con sombrero de caza mayor teniendo en cuenta por ejemplo que la ciudad de Montreal cuenta con la comunidad gay más grande de América del Norte en términos de la zona que incluye Montreal Gay Village. Luego os daremos un “voltio” por la zona pero antes conviene tener nociones básicas de dónde vais a poner vuestra próxima chincheta en el mapa del mariconeo turístico. Montreal es uno de los principales focos de atracción turística a nivel mundial, donde sus gentes llevan el lema de “Vive y deja Vivir” por bandera, haciéndose la city con el título de Mejor Destino en los NewNowNext Awards.
En esta ciudad donde reina la diversidad y la apertura, la comunidad LGBT ha contribuido a que su reputación sea envidiable. Al margen de que podamos vivir libremente nuestra sexualidad y que podamos traernos un canadiense en un baúl, porque son de tamaño XXL, Montreal ofrece una importante lista de lugares a visitar. Algo que no podemos perdernos es admirar los alrededores de la ciudad desde el mirador situado en la montaña Mont-Royal, aunque también conviene destacar la vista desde el rascacielos de la ciudad, y uno más en la torre de la iglesia Notre Dame de Bon Secours, esta iglesia católica es una de las más importantes muestras de la arquitectura neogótica del S.XIX en Norteamérica. Muy cerquita nos pilla el barrio de Le Mille Carré Doré donde abundan los palacios de estilo renacentista, monumentos barrocos y edificios modernistas. En el centro de la ciudad tendremos que hacer una parada más que obligada en la estación Windsor, un edificio que parece de ayer, por su diseño modernista, pero que fue finalizado hace más de cien años, al lado nos topamos con la iglesia de Saint George que cuenta con salas decoradas con tapices, vitrales y esculturas de madera. Las mansiones más hermosas de Montreal se encuentran en el bulevar Saint Josef donde también nos encontramos con Saint Joseph’s Oratory, la iglesia más grande de Canadá, y de ahí cogemos marcha y visitamos los museos de la Historia, de la Etnografía de la Religión, del Arte Indio o el museo paleontológico, como veis para todos los gustos.
Para los que se queden deseosos de más templos la Catedral de Marie Reine Du Mond, una bellísima construcción creada a semejanza de la basílica de San Pedro del Vaticano. En el interior podemos admirar la obra que contiene el baldaquino de cobre construido en el año 1.900 por Victor Vincent con réplica de la obra maestra de Bernini. Al margen de Iglesias y Catedrales y para los que no os podáis pasar ni un día sin running o cruising, el parque Mont Royal. Está conformado por más de 200 hectáreas de bosques y contiene diversas especies de flora y fauna. El parque en cuestión está repleto de árboles, zarzas y caminos, no digo más. Y hablando de deportes Montreal nos ofrece la posibilidad de visitar el parque olímpico, su torre con más de 175 metros de altura y una inclinación de 45 grados, es la torre inclinada más alta del mundo, en el complejo también se encuentran el Biodome, con más de 6.000 criaturas, el Jardín Botánico, el segundo más grande del mundo y el Insectario, el más grande de Norteamérica.
Pero como os decía antes no nos vamos a ir hasta Montreal para no sacar nada en claro y no volver con muescas en nuestro rifle del amor. Hablar de una zona gay en la ciudad es hablar de Montreal Gay Village, situada en el corazón de la ciudad en la zona de St. Catherine Street East, no hay pérdida, la bandera arcoíris ondeando sobre la estación de metro de Beaudry será la pista a seguir y todo a pie ya que se trata de una zona donde los coches están totalmente prohibidos. Está compuesta por más de 50 tiendas repartidas en 14 manzanas dónde no faltan los cafés al aire libre y restaurantes. Cabe destacar la zona de St Catherine Street, donde abundan los bares bajo un mismo techo como en el Complexe Sky, con restaurante, discoteca y una terraza en la azotea. Otra combinación de restaurante y bar es el Saloon Nightclub Resto, con especialidades gastronómicas de carne de vacuno, para quitar la sed Au Diable Vert con las cervezas más ricas de la ciudad y para acabar la noche el Cabaret Mado, conocido por sus actuaciones extravagantes. Las saunas son como agua fina que cae por toda la ciudad, estos locales de gozo y perversión salpican todos los barrios, la más grande es Oasis Sauna, con más de diez mil metros cuadrados de instalaciones, otro local a tener en cuenta es el Colegio de Abogados con espectáculos nocturnos, fiestas temáticas y por las tardes lo “peta” Campus, con jovencitos de buen ver.
Pero a Montreal no le falta de nada, tampoco festivales de renombre, octubre es el mes del Festival Negro y Azul, una semana repleta de eventos deportivos que llena la ciudad de chulazos. Arrancó como una fiesta benéfica destinada a recaudar fondos para la lucha contra el SIDA y ha acabado siendo una de las citas culturales más destacables de la ciudad, en julio sería el momento de Just for Laughs, fiestas con espectáculos de calle y conciertos y para redondear la lista de festivales el Festival del Orgullo Gay. Se trata de un evento anual que tiene lugar en el mes de julio con todo lo que os podéis imaginar y no hace falta que os explique. Por no faltar no falta de nada pero cabe destacar el desfile de carrozas, drag queens y monumentos hechos hombre subidos en camiones, en agosto se celebra como un segundo orgullo dónde las ganas de pasarlo bien vuelven a las calles de Montreal. Y como seguro que ya estáis en los buscadores intentando pillar un billete a precio asequible dos consejos para alojaros, el B gay&B o el Hotel Felix. Buen Viaje.