LONDRES
Somos unos privilegiados. En menos de una hora podemos volar baratito hasta la ciudad más grande de Europa y disfrutar de la única capital en la que se hablan más de 300 lenguas diferentes. Londres es el destino ideal para quien quiera disfrutar de una gran urbe aunque sólo tenga un fin de semana. BLUE se pone el gorrito de lana para llevarte a la ciudad donde duerme la reina más longeva de Europa. God save London!
Diciembre es un mes complicado. Los buscadores de vuelos indican que la ida y vuelta a Londres desde Bilbao ronda los 150 euros. No está mal, pero en otra época te saldría algo más barato. Aún así, viajar a la capital del Reino Unido en época de renos ofrece varios alicientes exclusivos: disfrutar del Big Ben nevado o sufrir el trajín navideño en Harrods no tiene precio…
Un rasgo que caracteriza a la ciudad es que puedes llevar un gato en la cabeza o vestir una falda de tú-tú y, aún así, nadie te mirará con extrañeza. Londres es la cuna de la diversidad, y eso se nota en su gente, en su hostelería o en su comercio. Como buena capital europea, tiene decenas de puntos turísticos que es imposible evitar:
PUNTOS TURÍSTICOS
Palacio de Buckingham
Además de admirar la belleza del palacio en sí, la gran atracción de este lugar es el cambio de guardia. El evento, que dura cerca de 45 minutos, tiene lugar cada día a las 11:30 horas, desde mayo hasta julio. El resto del año se realiza cada dos días. Cuidado, porque los días de lluvia no hay cambio de guardia, y otra advertencia: es algo aburrido, así que tampoco es mala opción pasar por el palacio a otra hora y disfrutar del paraje con más tranquilidad.
Hyde Park
Lo tienes al ladito justo del Palacio. Es el parque más grande de Londres y está considerado el pulmón de la capital. Antiguamente el terreno era de la Abadía de Westminster y allí se celebran los grandes eventos relacionados con la Casa Real. Podrás andar en bici, remar en el lago central y practicar numerosos deportes autóctonos. Si vas el domingo por la mañana, fliparás con los oradores que predican en la esquina noroeste del parque (Speakers Corner).
Big Ben
Sin duda, el símbolo de Londres. En realidad son cuatro relojes, uno en cada cara de la torre, construida junto al Palacio de Westminster. En el interior de la torre, una campana de 14 toneladas da la hora con puntualidad inglesa. Sobrevivió a los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial y no ha fallado (casi) nunca. También deberías comprar tu entrada para visitar el Palacio de Westminster (16 libras), aunque tendrás que hacer una larga cola para hacerte con una. La Abadía de Westminster también es de obligada entrada: te llevará un par de horas, que lo sepas, pero merece la pena.
La noria de Londres (London Eye)
Ya que estás en el Big Ben, mira detrás de ti. Te encontrarás frente a frente con una imponente noria de 135 metros de altura inaugurada hace sólo 13 años. Tiene decenas de cabinas de cristal (en cada una caben 25 personas), desde las que vislumbrar la capital más cosmopolita del mundo. Aviso: el precio es elevado y las colas, muy largas.
Covent Garden
Es como estar dentro de una película navideña. Música de artistas callejeros, cafeterías con encanto, cuidados escaparates y tiendas de regalos y un mercado en la céntrica y bohemia plaza del siglo XVII. Los jueves hay mercado especial de dulces artesanos.
Harrods
Es conocido por el fastuoso encendido navideño y por ser propiedad de Mohamed al Fayed, padre del que fuera novio de Lady Di. El centro comercial más famoso de Londres está cerquita de Hyde Park y merece la pena verlo, aunque no te lleves nada. Hay monumentos de Diana de Gales, decoración egipcia y la primera escalera mecánica que se instaló en el mundo. Otra de sus características son los precios. Ni los mires, te ahorrarás un infarto.
Camdem Town y Portobello
El contrapunto. Interminables mercados con encanto en los que encontrarás de todo: ropa de segunda mano, sabrosos comestibles, artículos de decoración y antigüedades de lo más apetecibles. En Camdem fliparás con Cyberdog, una tienda que parece la nave espacial de E.T. con música a todo trapo. El mejor día para Portobello es el sábado por la mañana. A Camdem intenta ir el domingo, y con la cartera llena.
Picadilly Circus
Una explosión de arte y cultura. En Picadilly están los teatros, los cines y las tiendas de Londres, uno de los sitios con más ambiente de la ciudad. Por la noche tiene más encanto, gracias a sus luminosos publicitarios y las actuaciones de artistas callejeros.
Y si te sobra tiempo…
La imponente Torre de Londres, el British Museum (una pasada), Chinatown, Trafalgar Square, el National Gallery y, por supuesto, el reconocidísimo museo de cera Madame Tussauds.
PINK LONDON
Visto lo visto, en un referéndum para elegir bandera la arcoíris podría ganar holgadamente en Londres. Y es que la ciudad es friendly de norte a sur. Para que no andes perdido/a buscando la mejor fiesta del fin de semana, te recomendamos que busques la revista-hermana Boyz, no se les escapa ni una.
Antes de atacar la noche y sus fiestas temáticas, podrás hacerte con infinidad de absurdos souvenirs gays en Prowler. Porno, ropa, libros temáticos e incluso muñecas de Cher a tu servicio.
En el Soho encontrarás grandísimos clásicos como el G-A-Y Bar, Componts of Soho o el colorido Vauxhall Gay Village. Los restaurantes The Edge o Ku se transforman en estupendos pubs por la noche, no dejes de comprobarlo. Las chicas tienen también su espacio en el First Out, The Friendly Society o en el Candy Bar.
Para un ambiente más indie, te recomendamos East London: ponte los pitillos y las gafas de pasta para entrar en Dalston Superstore, en el Horse Meat Disco o en The George & Dragon.
Y, por supuesto, pásate por la Chueca londinense, la N1 Gay Mile. Miles de parejas homosexuales viven allí rodeadas de cafeterías, restaurantes y pubs como Fabric, Scala o Central Station.
Una advertencia: los cubatas no son como los de aquí, mejor pídete unas cañitas y… ¡disfruta!
LOS 5 DATOS QUE NO SABÍAS
En Londres viven cerca de 7,5 millones de personas, la misma población que tenía en 1900, cuando era la ciudad más poblada del mundo.
Londres es una green village: Tiene 1.700 parques.
El metro de Londres es el más caro del mundo: Empezó a funcionar en 1863 y cuenta ya con 275 estaciones.
La Biblioteca británica guarda grandes tesoros como el primer escrito de Shakespeare, el libro impreso más antiguo del planeta (‘Diamante’, un texto budista), partituras de los Beatles o cartas de Ghandi.
Recordarás Notting Hill por la sinsorga película de Hugh Grant, pero debes saber que allí se celebra el carnaval más grande del mundo, comparado incluso con el de Río de Janeiro.
CÓMETELO TODO
La gastronomía no es el plato fuerte de los británicos, pero no puedes coger el vuelo de vuelta sin probar sus ‘exquisiteces’. Recuerda que en Londres se come y se cena temprano:
• El manjar típico en Londres es el ‘fish and chips’. Como su propio nombre indica se compone de pescado (casi siempre merluza rebozada) y patatas fritas.
• Baked Beans: Otro clásico, en este caso formado por judías sobre una tostada.
• Pastel de manzana: Siempre se sirve caliente.
• Roast Beef: Ternera a la brasa.
• A las cinco, el té: El estrés y las prisas se están cargando una tradición que data del siglo XVII. En los hoteles de alto standing de la ciudad se sigue celebrando la ceremonia oficial (té, pastas, sandwiches…), a un precio no apto para todos los bolsillos (cerca de 30 euros).
Covent Garden, Chinatown y el Soho son sitios interesantes y asequibles para poder comer, sea la hora que sea.