Las parejas que no deberías tener
Querida amiga, si además de pava eres muy enamoradiza, de esas que ve Pretty Woman por enésima vez y aun moja las bragas, este texto va a dirigido a ti. Porque el mundo de ahí fuera esta lleno de peligros para las mariquitas y bolleras crédulas como tú y es probable que sin el asesoramiento adecuado termines pasándolo peor que Paquirrín en una reunión de veganos.
Vas por la vida como Heidi puesta de anfeta, nena, sobre una nube y rodeada de cabras y cada vez que ves unos genitales no ves cuerpos cavernosos rellenos de sangre, ves una cena con velas, una canción de Adele, una película de Meg Ryan, una bandeja de cupcakes, medio kilo de farlopa… o lo que sea que para ti represente la felicidad absoluta. Y hostias, son genitales, y nos encantan las pollas y los chochos; pero cada genital tiene un dueño y algunos son unos desaprensivos.
Sí amiga, a veces los genitales no nos dejan ver el bosque. Y al final terminamos enrollados con una “ijadelagranputa” que nos complica la existencia, esperábamos que Richard Gere subiera la escalera para darnos un achuchón y terminamos despeñados sin haber tocado peldaño. Es por ello que yo, que soy una oenegé con el cuerpo de un Dios griego y mucho tiempo libre, voy a contaros cuáles son llas parejas que nunca deberíais echaros.
La Posesiva
La mariquita o lesbiana posesiva se caracteriza por ser una pareja más absorbente que una Teena Lady. Es celosa y para ella tú sólo serás una posesión más, como su iPhone, sólo que con menos aplicaciones. Te aislará de tus amistades, controlará tus comunicaciones, dirigirá tu agenda, vamos un puto coñazo. Si tu pareja no confía en ti no te merece, mándala a tomar por el culo; pero no de manera literal, tú ya me entiendes.
La Fiestera
La fiestera es una pareja divertida; pero es muy probable que le despidas el jueves y no le vuelvas a ver hasta el domingo. Volverá a casa hecha un cisco y la tendrás de bajona hasta el miércoles. Sí, amiga, salir con ella es como ir con Beyonce a un mercadillo, tendrás entrada libre en todos los afters y los camellos te invitarán a las comuniones de sus hijos; pero para eso no necesitas una pareja, tan sólo dinero, tiempo libre y poca visión de futuro. Una pareja es otra cosa, nena.
La Pilingui
La mariquita o bollera pilingui no es una pareja, es una atleta. Va a estar más pendiente de los mensajes del Grindr o del Wapa que de ti, y se va a follar a todo aquel sin dientes de leche que pueda. La única persona que se va a quedar sin polvo vas a ser tú, que las relaciones “púbicas” cansan. No estoy en contra de echar una canita al aire de vez en cuando; pero si la excepción va a ser que la eche contigo déjala, espera que se empareje con otra y ya si eso quedáis por las apps.
La Umbilical
La pareja umbilical es una persona con el ego de Mariah Carey y el talento de Yurena. Todo gira alrededor de su puto ombligo, y tú serás, en el mejor de los casos, un adorno caro. Nadie que no sea capaz de ver más allá de si mismo merece la pena. Ponle un espejo de cuerpo entero delante y huye, es probable que obnubilada por su propio reflejo no se percate de tu ausencia, de hecho es probable que aun estando contigo en la cama tampoco se percate de tu presencia.
La Negativa
La pareja negativa es aquella que lejos de ver el vaso medio vacío, lo ve roto y tú eres la culpable. Un cielo azul será una amenaza de insolación, un día de lluvia una inundación inminente. Tus triunfos serán sus fracasos, tus fracasos sus éxitos. Huye antes de que te vuelvas adicta a los ansiolíticos, amiga.
La Aburrida
La pareja aburrida es un novio o novia coñazo, una seta sin iniciativa, un vegetal que ocupa espacio y te roba oxigeno, es una entrevista a Sanchez Dragó en Redes. Lo más probable es que entres en coma.
Amigas, una pareja de verdad es aquella que sabe calmarte o animarte cuando estas enfadada o triste; aquella que te apoya y motiva; comprende tu sentido del humor; comparte tus gustos e inquietudes; te escucha, comprende y, sobretodo, confía en ti. Es aquella que te dice cuando lo haces mal y te abraza cuando aciertas. Es generosa y cede parte de su independencia por ti. Si quien tienes a tu lado no cumple con estas condiciones huye, hay muchos peces en el mar, amiga, y el tuyo está podrido.