La Otxoa, no olvida…
La Otxoa ha resurgido como el ave fénix, el personaje de Jose Antonio Nielfa ha vuelto a nacer una vez más tras cerrar su bar y sacar su disco “Con Mucho Orgullo”. Para la transformista más veterana y conocida de Euskadi, el ambiente gay era mucho más vanguardista y cosmopolita tras la muerte de franco que ahora. Nos hemos vuelto a reunir con ella, madrina de nuestra revista, esta vez para viajar atrás en el tiempo y que nos cuente, por ejemplo, cómo fue ese mes y medio que pasó en la cárcel. Nos hemos interesado por esa época en la que nació la Otxoa y en la que ser mariquita sí era delito. Nos cuenta que recientemente se ha cruzado con el hombre, ya momia, que perseguía a los homosexuales en los locales de ambiente de la villa. Lean, porque las declaraciones de nuestra Otxoita no tienen desperdicio.
BLUE.- Qué osado, después de tantos años y viendo como esta la industria, sacar un disco ahora.
La Otxoa.- El disco tiene mucho éxito, a todo el mundo le gusta. Lo he hecho para que tenga trascendencia y la ha tenido en toda España. Sobre todo en la prensa… He estado en muchas televisiones estatales, he salido en muchísimos periódicos, he actuado en diferentes ciudades…. Ha tenido mucha repercusión y estoy encantado. No he parado en todo el verano.
B.- ¿Por qué ahora?
L.O.- Hasta que no cerré el bar no pude hacer nada. Me tenía muy preocupado, estaba cansado y me faltaba ánimo.
B.- Con tu último disco has sacado un nuevo himno para el Orgullo, pero no es el primero, tú ya tienes el “Libérate”…
L.O.- La canción de “Libérate” es de Vicente Raga, un valenciano. Él la compuso para otro artista pero éste no se atrevió a cantarla. Manu Umara, que era el representante de aquí, le dijo: dame la canción que yo se quién la va a cantar. Me la asignó, la cambié un poco, no la hice tan folclórica como se planteaba y la convertí en una marcha reivindicativa.
B.- ¿Cómo valorarías o definirías la música del ambiente de ahora?
L.O.- Es un poco gueto, “A quién le importa” y todas esas ya es como muy repetitivo, yo creo que deberían de cambiar. Pero en Madrid también están igual, eh!…
B.- Estuvimos en la “Libérate Boat Party” del Pride de Bilbao contigo, ¿qué opinas del festejo del Orgullo Gay que sigue rodeado de polémica? (Qué si no es necesario, que no es reivindicativo, que es machista…)
L.O.- En Madrid es un escándalo y la idea de aquí me parece maravillosa. Pocas ciudades tienen este escenario, el de la ría, para hacer un pride. El Ayuntamiento o la Diputación deberían implicarse más. Sería maravilloso sacar 20 o 30 barcos a la ría ese día. Aún está un poco pobre.
B.- Ahora, sin bar, al otro lado de la barra. ¿Nos podemos encontrar con La Otxoa en la noche bilbaína?
L.O.- Que va, apenas salgo. Ya no es lo de antes. No me gusta, antes había locales espectaculares, ibas vestido de maravilla, la gente iba con marcas estupendas… Ahora la gente se tira al suelo… es otra forma, no sé.
B.- ¿Y cómo era antes?
L.O.- Los locales eran preciosos, la gente iba de Moschino, de Dolce & Gabbana… Te hablo de principios de los 60, en plena dictadura. Pero la gente aquí era muy valiente. Había un ambientazo estupendo, mucho más bonito que el de ahora… Salíamos en la calle de la Merced al “Livi” o al de Calle Jardines, se llamaba “La Taberna”. Había más pero estos eran los oficiales y reconocidos. Estaban siempre a tope y había un ambiente increíble.
B.- ¿Osea que el ambiente ha pasado de ser algo vanguardista a finales del franquismo a algo más básico?
L.O.- Exacto, cuando murió Franco, esos primeros dos o tres años fueron, para mí, los mejores. El ambiente LGTB era más cosmopolita y vanguardista que ahora. No había apenas partidos políticos, no había un orden y eramos libres, salíamos a disfrutar, sin miedo. Nos habíamos liberado y lo vivíamos con mucha intensidad.
B.- ¿Cómo trató el franquimos a La Otxoa?
L.O.- Pues nos aplicaban la ‘Ley de Vagos y Maleantes’, es decir, te metían en la cárcel dos o tres meses y te fichaban. En esa época era normal que nos identificaran, te detenían y preguntaban si eras gay o no, yo decía que sí. En estos casos si eras calladito y no contestabas no pasaba nada, pero si les plantabas cara te insultaban, te humillaban, te decían que cómo podías ser así y cómo te podían no gustar las mujeres, te llamaban maricón….
B.- ¿Cómo fue tu experiencia en la cárcel?
Estuve mes y pico, me detuvieron en Barcelona, eran celdas de 7 personas. De allí se hizo la conducción de homosexuales (nos trasladaron a otra ciudad). Nos arrestaron en Marzo y salimos en Mayo del 68. Nos llevaron de Barcelona hasta el penal de Burgos pernoctando en las prisiones de Zaragoza, pasando por Palencia y hasta por la de Carabanchel. Hicimos un vía crucis. Mes y pico de cárcel en cárcel hasta llegar a Burgos y allí coincidimos con la gente de la república y los nacionalistas. Nos preguntaban por qué nos habían detenido y nos entendían, en la calle nos entendía nadie.
B.- ¿Qué personas te encontraste en prisión?
L.O.- Artistas de cabaret, camareros de bares gays, muchos homosexuales que detuvieron en unos carnavales de Sitges vestidos de mujer… Funcionaba así.
B.- ¿Y cómo te sentiste al salir de la cárcel?
L.O.- Pues acojonado, porque si encima te pillaban una segunda vez eras reincidente… Incluso en los aeropuertos cuando ponían nuestro nombre aparecíamos como delincuentes.
B.- ¿Has vuelto a coincidir con alguno de los que os hacían la vida imposible?
L.O.- El que nos detenía en Bilbao, el que nos perseguía, se ha debido morir hace poco porque lo vi hace unos cuatro meses por Indautxu, como una momia, que no se podía ni mover el HIJO DE PUTA. Y pensé ¡Ahí lo pagues, cabrón! Yo creo que eran homosexuales reprimidos porque esa obsesión que tenían en perseguirnos no la entiendo.
B.- ¿Hay personas o colectivos que han cambiado de discurso desde entonces hasta ahora?
L.O.- ¡Y tanto! A mí el PNV y Alianza Popular, ahora el PP, no me llevaron a la hoguera de milagro. Y ahora se casa uno del partido y va toda la cúpula a la boda. Hay que saber muy bien cómo ha sido esto. No entiendo un homosexual de derechas. No entiendo que tu partido recurra el matrimonio gay y luego te cases y vaya toda la cúpula a la boda.
B.- ¿Cómo vivió el ambiente bilbaíno la muerte del Dictador?
L.O.- Pues justo después de su muerte yo saqué el Libérate y fue una revolución. Incluso gente casada decía “como la Otxoa, como la Otxoa…” y salía a la calle para liberarse. El país entero vivió la muerte de Franco como una celebración, creíamos que no lo íbamos a conseguir nunca y veíamos como los homosexuales de Francia, Italia o Alemaia no tenían ningún problema. Yo digo siempre que la mejor época que hemos vivido fue cuando éramos todos contra Franco.