«Soy homosexual y no quiero seguir ocultándome». Son las palabras del checo Jakub Jankto, el primer futbolista internacional masculino que se declara públicamente gay.

El centrocampista de 27 años, que juega en el Sparta de Praga cedido por el Getafe de la liga española, lo anunció el 13 de febrero en un video difundido ampliamente en Twitter.

 «Cuando era pequeño y tenía catorce o quince años sentía que algo era diferente. Probé a tener relaciones con mujeres, pero sentía que algo no iba. No tenía sentido continuar así toda la vida porque vives sólo una vez y después no hay nada. Decidí que no tiene ningún sentido porque todo se puede solucionar como lo hemos solucionado y ahora soy libre».

Otros jugadores de fútbol habían salido del armario antes, pero él es el primero del mundo en hacerlo formando parte activa de la selección absoluta de su país.

«Quiero vivir como vive toda la gente. Ahora soy libre». «He hecho esto porque quiero ayudar a otra gente que tiene una orientación diferente. Creo que puedo ser un buen ejemplo». «Ojalá no fuera una noticia y que en cinco o seis años alguien diga que es homosexual y podamos continuar como si nada».

Jakub Jankto volvió a jugar con el Sparta de Praga después de anunciar que es homosexual. Los aficionados le brindaron una gran ovación cuando saltó al terreno de juego en el minuto 70.

Homofobia en el fútbol profesional

La homosexualidad en el fútbol profesional, al igual que en otras disciplinas deportivas, es un tema que históricamente se ha tratado como tabú, en un ambiente que se percibe predominantemente machista,​ donde además la figura del futbolista es un modelo de masculinidad a seguir.​ Han sido comunes las situaciones de homofobia en los estadios, con cánticos y gritos ofensivos y discriminatorios, emitidos por la hinchada o entre los mismos jugadores adversarios;​ no obstante, la FIFA, el organismo que regula este deporte a nivel mundial, elaboró una «guía de buenas prácticas» donde prohíbe explícitamente conductas que atenten contra la orientación sexual de las personas, incluyéndose como parte del «juego limpio» en esta disciplina deportiva.​

En 1990, el futbolista inglés, Justin Fashanu, fue el primero del mundo en salir del armario y asumirse públicamente como gay. Desde ese entonces, tanto solo un par de otros futbolistas profesionales hicieron lo mismo, pero poco antes retirarse de su carrera futbolística o una vez ya retirados.