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Grindr no existe, son los padres

El otro día sin querer me descargué el Grindr, tías. Y sin querer también edite un perfil con una foto muy cuqui y un texto muy ocurrente del que Paolo Coehlo estaría muy orgulloso.

A ver amigas, no es que yo necesite este tipo de apps para ligar con chulazos, porque soy guapa, graciosa y carezco de abuelas, de las que heredé lo suficiente para tocarme los huevos de por vida; pero aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que el Grindr había aparecido en mi móvil, decidí hacer un estudio sociológico sobre los usos y costumbres de la mariquita común moderna…

Enchufé el invento y comencé a navegar por todos los perfiles que había activos a mi alrededor, pronto comencé a recibir mensajes que contesté o no, mandé o recibí fotos y quedé o no con otras mariquitas que como a mí se les había descargado el Grindr sin querer, tías, y de todo este proceso saqué unas cuantas y curiosas conclusiones.

LAS FOTOS
El Grindr es una plataforma desde la que venderte a otros como tú, y el elemento del Marketing Mix más importante es tu foto.
A pesar de ello, una gran parte no ponen fotos y lo compensan mandando “holas” a destajo. Que el mensaje siempre sea el mismo no puede ser casual, yo creo que es la misma persona, que tiene 200 perfiles, tías.
Luego están los que ponen una foto suya con la cabeza cercenada. Un busto que mete tripa al tiempo que flexiona los bíceps no resulta buen anzuelo amigas, porque una no deja de pensar en lo que falta en la foto, la cabeza, y uno sólo oculta lo que no quiere que los otros vean, así que lo más probable es que sea feo y albergue malos pensamientos.
Si creías que esto no puede empeorar seguid leyendo, que llegan las más listas del Grindr, las que ponen un paisaje bucólico aderezado con una demanda sexual. Amigas, si me pedís que os folle vivas con una foto de las Alpujarras como único reclamo, lo más probable es que pase de vosotras, que no soy vegano y tengo alergia al polen.

De verdad, ¿queréis follar o sólo es “postureo”?

LAS DESCRIPCIONES
Después de descubrir que la mariquita común moderna usa las fotos para sabotear su vida sexual, decidí investigar en las descripciones de esos perfiles con la esperanza de que fueran más hábiles a la hora de venderse por escrito, tías.
La descripción del perfil del Grindr se divide entre el título, una pequeña descripción personal y un cuestionario con opciones que te proporciona el propio Grindr. Parece fácil; pero a la mariquita común moderna no le gustan las cosas fáciles, amigas. El error más común son los mensajes contradictorios.
Queridas amigas, el objetivo del perfil escrito es hacer una descripción de ti misma lo más precisa posible para facilitar el trabajo del posible comprador, así que no mandes mensajes contradictorios.
Si escribes que eres activa y quieres follarme, no me mandes una foto de tu culo abierto como saludo, porque entonces pensaré que eres más pasiva que una ameba, y yo puedo ser muy versátil; pero me gusta saber a qué me expongo, amiga.
Si especificas que sólo quieres hablar, tomar café y ver una puesta de sol y poco a poco ya si eso echar un polvo y amanecer haciendo la cucharita junto a mí, no me mandes un plano “ginecológico” de tu esfínter como saludo.
Si adornas tu perfil con una frase de Paolo Coehlo o de Mahatma Ghandi o de tu propia cosecha aludiendo al buen rollo y la amistad, no me mandes una foto de tu culo en pompa con un emoticono de sorpresa y una flecha rosa señalando la entrada.
Que obsesión con enseñar el culo joder, yo creo que es la misma persona, tías, carece de cabeza y le sobra culo.

LA EDAD
Cuando entre tanto vendedor inútil encuentras un buen perfil en el que la foto es adecuada y combina a la perfección con su descripción e incluso sus mensajes resultan pertinentes descubres algo aterrador, tías, su edad.
Incomprensiblemente su edad cambia constantemente. Como si sufriera el síndrome de Benjamin Button la mariquita es un año más joven cada tres meses, por lo que cuando menos te lo esperas una ingeniera de caminos tiene doce años muy mal llevados y es ilegal incluso responder a sus mensajes, tías.
Queridas amigas, entiendo que le pongáis media docena de filtros a vuestras fotos, el hecho de que carezcáis de poros no me perturba, incluso entiendo que os quitéis un par de años, en toda mariquita habita una folclórica al fin y al cabo; pero que pongáis una foto de vuestra primera comunión o digáis que tenéis 19 cuando ya peináis canas no ayuda a conseguir un polvo, es más probable que yo reciba una denuncia por acosar a un menor.

Tras sumergirme, sin querer, en el apasionante mundo del Grindr, he llegado a la devastadora conclusión de que el objetivo de los que allí habitan no es el de ligar en absoluto, amigas, por eso las saunas y los cuartos oscuros están llenos. Es más probable que consigáis echar un polvo en un funeral, y no con el cura necesariamente, que a través del puto Grindr.

Ahora, si lo que queréis son fotos de culos, pollas o de las Alpujarras no lo dudéis, Grindr es vuestro sitio, tías.

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