Estocolmo
La capital sueca es una de esas ciudades que cuando llegan los meses de verano se llena de luz, de múltiples actividades culturales en plena calle y de cientos de rubios de más de metro ochenta que salen al albor de la luz del sol y de las temperaturas altas como si de caracoles se tratasen. Quizá nunca habías pensado en Estocolmo como destino para pasar tus vacaciones de verano pero cuando la conozcas te darás cuenta que los países nórdicos son ideales para visitar en cualquier momento y más ahora que llegan los días que nunca acaban. Pero si prefieres ahorrar hasta que dentro de un año Eurovisión llegue a la capital sueca, que falta te va a hacer con los precios que se gastan, toma nota, no te olvides que Mans Zelmerlöw llevará el festival hasta allí.
Comenzamos el recorrido a la ciudad por su casco antiguo, Gamla Stan, que incluye la isla de Stadholmen, así como los islotes de Riddarholmen, Helgeandsholmen y Strömsborg. Su origen se remonta al siglo XIII y se trata de un magnífico laberinto de calles adoquinadas, avenidas, casas señoriales y plazas que dejan a las claras la influencia del norte de Alemania. Sin lugar a dudas no hay que perderse la plaza mayor de Stortorget, el Palacio Real, del que luego hablaremos, la Capilla Real y los museos Nobel y el de Correos.
El Palacio Real de Estocolmo es uno de los mayores y más usados palacios de Europa con un reflejo claro del arte y la cultura sueca desde la Edad Media hasta nuestros días, su estilo es barroco italiano y se acabó de construir en 1754. Se trata de la residencia oficial del Rey de Suecia, te sonará del ¡HOLA! y te aconsejamos que no te pierdas el cambio de guardia durante los meses de verano, ya sabes, bigardos de uniforme moviéndose al ritmo de una banda, un deleite para la vista y el morbo. Pero si hay algo que todo el mundo visita cuando llega a la ciudad es el Museo Vasa, un homenaje al buque de guerra que se hundió el día que fue botado, y rescatado 333 años después, o el museo al aire libre de Skansen, el más viejo del mundo de esas características, el ayuntamiento de la ciudad y el Museo Moderno, diseñado por Rafael Moneo.
Pero un lugar a visitar de manera obligada, dónde se te abran las carnes, se te pongan los pelos de punta y se te salten las lágrimas es el museo ABBA. Este icono a la cultura sueca es uno de los lugares más visitados de la ciudad y en él conocerás no sólo los detalles de la vida de los componentes del grupo, sino que podrás ver sus vestidos más estrafalarios, escuchar sus canciones, conocer sus lugares favoritos y todo por la módica cantidad de 25 euros, y es que chicos, Suecia es de todo menos barata. Pero si lo que te gustan son los crímenes más que la música de lentejuelas no te olvides que Suecia es la cuna de la serie Millenium, pues sí en Estocolmo se organizan paseos en Södermalm, el barrio donde se desarrollan la mayoría de las intrigas de la serie escrita por Stieg Larsson. Y antes de meternos en harina de otro costal os recomendamos una parada en el restaurante más antiguo de Estocolmo, el Den Gyldene Freden, dónde podrás saborear platos tradicionales de la cocina sueca.
Después de situarte en la ciudad, ponte las pinturas de guerra porque Estocolmo va a ser una ciudad en la que la caza y la pesca mayor están a la orden del día, no te olvides de que es la estrella de la movida gay en Escandinavia y una de las naciones más tolerantes y gay-friendly que existen. Eso sí, olvidaros de que los suecos nos entren, de eso nada, tendréis que utilizar el viejo truco de “mi inglés es de Guadalajara”, quizá así les hagáis reír y que de ahí surja algo, pero os lo tendréis que curra al más puro estilo Paco Martínez Soria. Lo ideal es que las salidas nocturnas sean acompañadas de una mente abierta y con gusto por los rubios, la carne con label del lugar. Nuestra primera parada debería ser en el Connection y las copas siguientes podrían darse en el Combustion o en el Lino Club, tranquilos que los osos también tenéis vuestro sitio en el Vikings Bears y como no, tampoco falta el rollo leather en el SLM, en el barrio de Södermalm. Atentos porque el SLM tiene diversos “dress code” como leather, cow-boy, rubber, militar, construcción y Skinhead, vamos que como voléis en Ryanair os toca pagar seguro suplemento por exceso de equipaje. Además es muy recomendable que los domingos por la noche os apuntéis a la cita con el lujo de las Gays Sunday´s Nights que se organizan en un barco llamado Patricia. Pero sin lugar a dudas un bar estupendo para hacerse amigos lugareños es el Torget o el Roxy, mientras que la comunidad lesbiana prefiere frecuentar sitios como el Judy´s, el Urban Deli, para tomar copas y cenar, o los clubes KG, Kolingsborg y Moxy Stockholm, ideales para mover el esqueleto.
El metro de Estocolmo es uno de los más bonitos de Europa y se le considera un museo de exposiciones constante por la cantidad de estaciones decoradas.
Fuera de los locales, la comunidad gay opta en sus tardes de verano por el pontón de Mälarpaviljongen o en Högkvarteret, lugares de encuentro entre la gente de vanguardia y entre la gente del mundo del “artisteo”. Y apuntar en la agenda que la Gay Pride Week se celebra la última semana de julio y la primera de agosto.
Para los que os gusten los “vapores” debéis tener en cuanta que hasta 2004 las saunas gays de Estocolmo estuvieron cerradas por el gobierno a tenor de la “crisis” del SIDA de la década de los 80. Desde hace poco más de 10 años la política es más liberal lo que dio lugar a la apertura de una pequeña sauna que duró poco más de dos años. Ante esta situación el intercambio de amor express se hace en una especie de sex-shops con cabinas que forman parte de grandes laberintos y donde los necesitados de amor intercambian el visionado de videos con tíos de dos metros medio desnudos. Es el caso de Manhattan, con cabinas de vídeo y zona de cruising o el EEUU vídeo, un parque temático del amor con un laberinto de cabinas y habitaciones. Los fines de semana está a tope con tíos para todos los gustos, razas, colores y tamaños.