Cyberbullying LGBT
Vivir en una sociedad heterosexual y cisgénero (personas cuya identidad de género coincide con su sexo con el que han nacido) puede ser difícil para los miembros de la comunidad LGBTQ+, los cuales muchas veces recurren a internet en busca de información o apoyo.
Estén donde estén pueden escapar y trasportarse a un mundo virtual lleno de personas afines y tolerantes, buscar orientación sobre cómo salir del armario, o haer preguntas sobre temas específicos y comprender mejor su sexualidad e identidad de género, creándose así una especie de comunidad virtual del colectivo LGBT independientemente de la distancia que las separe, hecho que es más útil y necesario en zonas rurales o lugares geográficos menos ‘amigables’ con la comunidad LGBT.
Pero esta herramienta de información y relación social también tiene un lado oscuro, y de la misma manera internet puede ser un lugar intimidante y peligroso, y especialmente amenazante para la comunidad LGBT, que se ve muchas veces atacada por miembros de la comunidad o por personas de fuera de ella. Estudios han demostrado que, debido a que el no tener que enfrentarse a la víctima cara a cara hace sentir valientes a muchos abusadores, el bullying es mucho más habitual en Internet que en la vida real. Investigaciones también han demostrado que el ciberbullying causa depresión, y muchas víctimas caen en mecanismos que les ayudan a digerir el asunto, como drogas, alcohol o autolesiones.
Según un estudio, el 73% de las personas LGBTQ+ afirman haber sido atacadas o acosadas personalmente en Internet, y estos incidentes suelen tener que ver con la crítica o el ataque de la identidad sexual o de género de una persona. Aunque no hay forma de que alguien evite que los abusadores hagan bullying, existen modos de protegerte de ellos, mitigando las repercusiones de los incidentes de ciberbullying. A veces es tan sencillo como bloquear y denunciar a los abusadores para que no tengas que interactuar con ellos nunca más.
Testimonios
• “Una mujer comentó una publicación que compartí en una red social sobre que mi naturaleza gay era una fase temporal y que si encontraba a Jesús sería convertida como ella.” (Lesbiana).
• “He recibido imágenes de penes cuando buscaba compañer@ de piso o cuando publicaba mi número de teléfono tras haberse perdido mi gato. Algunos hombres también me han dicho que la bisexualidad es una fase y que necesito un buen rabo para curarme” (Bisexual y no-binario).
• “Publiqué una foto en la que decía que ojalá pudiera quedarme con la boca cerrada, y muchas personas ofrecieron su pene para llenármela”.
(Lesbiana, genderqueer)
• “La gente cree que puede curar mi asexualidad envíandome fotos sexuales o repitiéndome constantemente que todo el mundo tiene deseo sexual y que sólo tengo que esperar a que me llegue” (Genderqueer, asexual).
Algunas maneras de silenciar a los fanáticos
Cuando bloquear a alguien en Internet no es una opción, puedes tomar otras medidas para limitar tu exposición a ellos. Cualquiera de las siguientes estrategias te puede ayudar a tomar el control en Internet:
• Elimina manualmente comentarios a tus publicaciones.
La mayoría de plataformas te permite borrar comentarios determinados, por lo que puedes eliminar las respuestas ofensivas rápidamente.
• Denuncia el incidente a la plataforma.
Si no quieres que sea obvio que fuiste tú quien tomó medidas, denunciar te permite informar del incidente anónimamente para que la empresa de la plataforma pueda tomar las medidas necesarias.
• Crea listas y grupos privados.
La mayoría de redes sociales te permite crear mensajes, publicaciones o grupos privados. Puedes incluir a las personas en quienes confíes y mantener las conversaciones potencialmente delicadas lejos de los abusadores.
Nadie debería nunca estar obligado a ocultar su identidad, tampoco las personas LGBT, pero por desgracia hay usuarios de las redes sociales que pueden usar tus datos para hacer daño, por lo que algunos usuarios optan por mantener privada cierta información con el fin de mantenerse a salvo.
Los siguientes detalles son algunos que deberías considerar evitar transmitir cuando te comuniques con personas que no conoces:
Privacidad ante todo
• Dirección e información de contacto: Una cosa es el ciberbullying, pero que un agresor sepa dónde vives o cómo contactarte puede ponerte en peligro físico. No es aconsejable compartir esta información con nadie en Internet a menos que conozcas a la persona personalmente y sea a través de un chat cifrado. Incluso información general, como el pueblo o la ciudad donde vives, puede ser utilizada para encontrarte, por lo que callártela podría ser la opción más segura.
• Nombres reales: La gente puede rápidamente unir cabos y descubrir quién eres y quiénes son tus amigos, por lo que algunas personas optan por utilizar pseudónimos y referirise a sus amigos con pseudónimos en sus publicaciones. Es fácil adoptar este sencillo hábito y te permitirá contar con una privacidad considerable, al mismo tiempo que sigues pudiendo compartir tus experiencias y opiniones.
• Enlaces a redes sociales: Si comentas en foros, considera no vincular tu cuenta de redes sociales o al menos configurar ésta para que sea privada. Aunque una cosa es ser atacado verbalmente en un hilo de una plataforma, tus cuentas de redes sociales suelen tener mucha más información personal sobre ti que podría llevar el abuso a un nivel mucho mayor.
Aunque cada vez más personas se sienten cómodas para salir del armario, muchas otras, por desgracia, no se sienten suficientemente seguras para hacerlo. Hay cibercriminales esperando para aprovecharse de la situación y en busca activa de víctimas a las que chantajear y extorsionar. Por ese motivo, es importante saber cómo mantener privada cierta información si así lo decides.
La mayoría de plataformas de Internet ha empezado a tomarse en serio la privacidad y ofrecer ajustes que permiten ocultar parte o la totalidad de la información de algunos usuarios.