Por vez primera, en BLUE te hablamos de una nueva tendencia entre heteros… Tranquilo, no dejes de leer porque te interesa MUCHÍSIMO.

Somos conscientes de que en esto de las tendencias sexuales, el ser humano no sabe ya qué inventar. Las modas van y vienen con una celeridad mucho mayor que hace cuatro o cinco décadas, y esta sección, que en buena parte se nutre de ellas, está encantada.

Este mes os traemos algo de lo que se lleva meses hablando, pero que parece estar alcanzando su apogeo astral, e incluso sideral. El movimiento en cuestión ha sido bautizado como ‘Brojob’, y consiste en que hombres declarados heterosexuales decidan disfrutar del sexo con semejantes, es decir, con chicos que se autodenominan heteros. Esta matización no es baladí: la raíz de esta tendencia es precisamente que quienes disfrutan de sus miembros “viriles” no se consideran ni gays ni bisexuales.

El término nació en la Universidad de California, como no podía ser de otra manera. De toda la vida habíamos hablado y soñado con que los “heteroflexibles” o “heterocuriosos” se nos acercaran a hacernos algún favorcito, pero la doctora Jane Ward publicó un libro llamado “Not gay: sex between White straight men” (“No gay: sexo entre hombres blancos heterosexuales”) para hablar de este, según ella, nuevo fenómeno. Unió las palabras “brother” (hermano o amigo) y “blow” (referencia al sexo oral), y creó el término con el que hoy en día se conoce a esta corriente.

Nuestras queridas lectoras se estarán preguntando, presas de la curiosidad: ¿pero son realmente heteros o es que no quieren salir del armario y este nuevo movimiento sexual les viene de perlas? Pues pensamos que habrá de todo, e incluso afirmamos que en el futuro dejarán de existir las etiquetas y nuestros nietos se relacionarán con chicos, chicas, o con quien quieran, sin importarles qué tengan entre las piernas.

Volviendo al tema, que nos hemos ido un poco por las ramas, la doctora en cuestión dice que los “brojobers” se pueden encontrar en fraternidades, grupos sociales, cárceles e incluso escuelas militares (por la ausencia o poca presencia de mujeres en ellos). Pero, como todo en la vida, lo más sencillo es hallarlos en Internet, enmascarados y encantados de probar cosas nuevas, siempre que se garantice su anonimato. Apunta la señora que, en total, un 3,5% de los hombres heteros han tenido experiencias con otros de su condición (ahí es nada).

La señorita Ward también apunta que algunos hombres que se animan a probar lo único que buscan es mejorar sus técnicas de cara a próximos encuentros con sus novias… (Eso no nos lo creemos, perdone usted), pero es cierto que estos “animados” rehúyen de los besos en la boca y de las caricias, y prefieren ir directos al grano: “se llevan a cabo juegos entre ellos como sexo oral, penetración con los dedos, masturbación mutua, y todo aquello que se pueda hacer en unos pocos minutos, incluso penetración anal”. La profesora sostiene que “no se trata de atracción ni física ni emocional”, vamos, que simplemente es ‘pasarlo bien’.

Dicho lo cual, en BLUE nos tenemos que posicionar… ¡Damos una calurossa bienvenida a todos aquellos que se apunten a la moda del “Brojob”. ¡Claro que sí, hay que probar para tener claro lo que nos gusta y lo que no! (y si cuela, cuela).