Bosques de Bizkaia
Estas fechas próximas a la Navidad y si nos adelantamos a la llegada de las nevadas, son ideales para darnos un garbeo por los bosques de Bizkaia. Es el momento en el que los tonos ocres van dando paso a otros más oscuros e incluso en las copas de los árboles se va notando la ausencia de hojas, algo que le da un punto romántico a la estampa y que puede dar lugar a pequeños arrumacos si la compañía lo requiere y se presta. Después de haberos planteado esta estampa entre bucólica y nauseabunda para muchos, ya sabéis que la ñoñería no es lo nuestro, os llevamos de paseo por marcos incomparables, eslogan este último al más puro estilo de catálogo de agencia de viajes de barrio.
HAYEDO DE OTZARRETA
Es el típico escenario al que a todo lo anterior le podéis sumar uno o dos gnomos, que si están dispuestos a hacer la típica orgía dominguera, darán un toque especial a vuestro paseo para bajar triglicéridos. Ahora en serio, la imagen nos recuerda a la de los típicos cuentos de gnomos y duendes habitantes de un bosque mágico, con árboles forrados de musgo, con una gran alfombra de hojarasca incapaz de que se la lleve ni un huracán y arroyos de aguas cristalinas. Hablamos de el hayedo de Otzarreta, en el Parque Natural de Gorbeia, un paraje más propio de la imaginación de un escritor que de la madre naturaleza. Se trata de un bosque pequeño, apenas unas hectáreas, pero suficientes para acoger un paisaje que nos traslada a decorados de libros de cuentos, situado en el extremos oriental del parque, en la frontera entre Alava y Bizkaia y muy cerca de otro paisaje singular de esta reserva de la naturaleza como es la turbera y humedal de Saldropo. Es recomendable arrancar el recorrido en el puerto de Barazar, desde el restaurante Bengoetxea parte una pista que se dirige a Saldropo, eso sí os avisamos que es un tramo en el que no podéis ir en coche, en una primera bifurcación tendremos que seguir el ramal de la derecha y será en el siguiente donde dejaremos ya el coche para empezar a caminar. El ramal de la izquierda lleva al hayedo y el de la derecha a Saldropo. Primero nos dirigiremos a Otzarreta por una pista en buen estado y en menos de media hora, llegaremos a la bifurcación, entre los dos ramales descubriremos el bosque de Otzarreta, un pequeño hayedo formado por apenas un centenar de ejemplares. En la siguiente bifurcación hacia la derecha cogeremos rumbo hacia Saldropo, allí nos daremos cuenta de que su turbera quedó prácticamente extinguida por su aprovechamiento para la jardinería y la agricultura, extremo que se intenta recuperar desde que la zona fuese declarada Parque Natural en 1994.
BOSQUES DEL SANTUARIO DE URKIOLA
El alto de Urkiola y su santuario conforman el punto neurálgico del Parque Natural, allí se ubica el Centro de Interpretación y desde allí parten rutas hacia todas sus cumbres. Se trata de un paraje similar a un muestrario por su riqueza etnográfica, natural y paisajística del Parque, a destacar los bosque de hayas que pueblan el entorno de santuario, llama la atención que en sus orígenes fueran los abedules los reyes de la zona y no los hayales, de ahí el nombre de Urkiola. Por destacar alguno, destacamos el hayedo situado al sur del santuario, al que llegamos tras pasar por el caserío que se encuentra adosado al templo. Antes de nada cabe destacar que en su tiempo los edificios acogieron la hospedería, el hospital y el resto de servicios del santuario, a través de una calzada nos lleva entre las hayas a un breve paseo hasta la ermita de Santa Apolonia, también llamada de Santutxu. De vuelta al santuario, no podemos dejar de tocar la gran roca que hay ante su pórtico, a la que se le atribuyen poderes prodigiosos, le llaman “Txismastarri” y dicen los del lugar que se trata de un Meteorito aunque no deja ser una piedra de cantera. Lo recomendable es seguir los consejos de los lugareños y dar siete vueltas a su alrededor, dicen que obra milagros, quizá sea la solución a no quedarte solterito. Al norte del santuario debemos visitar un hayedo increíble que nos lleva hasta el mirador de las Tres Cruces, primero conoceremos la nevera del otro lado de la carretera y luego el cercano vía crucis hasta llegar a su espectacular mirador, por el camino visitaremos la ermita de la Vera Cruz y del Santo Cristo, toda una excursión que cuando la acabéis no os quedará ni aliento ni pecados.
BOSQUE DE OMA
Se trata de un emplazamiento natural del que ya os hemos hablado en Blue. Situado en el barrio de Oma, en Kortezubi, nos da la posibilidad de ver muy cerca de ahí las cuevas de Santimamiñe. Esta mezcla de naturaleza viva y arte, fue creado en 1984 por el escultor Agustín Ibarrola, dando lugar a un espacio mágico donde han quedado patentes las huellas del artista en árboles y piedras con la intención de unir el trabajo de los artistas del Paleolítico con la tendencia moderna del land art, donde el paisaje es el propio lienzo del artista. Lo que hizo Ibarrola fue pintar los pinos con la intención de que cada visitante al bosque sacara sus propias conclusiones mientras camina entre naturaleza. Cada uno puede construir una obra personalizada por medio de las decisiones que tomemos, en función de si caminamos por el interior del bosque, por la zona más exterior y por los senderos por los que nos decantemos, así que son tantos bosques como personas lo visiten, miles al año. Como veis tres bosques muy nuestros pero diferentes entre sí.