Nagore Robles a sus 32 años ha conseguido que se le identifique como una de las tertulianas más directas y cañeras de toda la televisón. Entre bambalinas, biceps hinchados y silicona encontramos a “una de las mejores asesoras que ha tenido MYHYV”, dicho por ella misma. Cuando encuentra un espacio en su apretadísima agenda escapa sin dudarlo  a Basauri, donde viven sus aitas. Aquí en Bizkaia es donde consigue desconectar de los focos, las cámaras, el espectáculo… Y como dice ella “reecontrarse con sigo misma y no perderse en el personaje”. No para cada vez que viene y así nos lo ha contado la protagonista de este mes de Bizkaia Enamora.

Antes de salir en Gran Hermano, Nagore vivía con sus aitas en Basauri e iba en bicicleta a su trabajo como representante de moda. Hoy es el día que no puede salir a la calle sin que se le acerque alguna pesada. Quizás por eso aproveche las escapadas a su tierra para pasear con su hermana y sus perros desde Ariz a San Miguel. Además de los paseos con Janire, con la que cotillea en su tiempo libre, a Nagore siempre le ha encantado la playa de Larrabasterra. Allí bronceaba su estupendo tipazo (no nos ha contado si hacía topless) y de ese mismo lugar guarda fabulosos recuerdos de sus amigos en verano. Ay amigas si algún paparazzi la hubiera pillado en esa época…

La ganadora de Acorralados también ha encontrado rincones secretos por la costa vasca y nos cuenta que el Golfo Norte y sus playas apartadas de las miradas de los curiosos guardan algunos de los momentos más íntimos de su juventud. Aunque detras de este ‘moustro’ televisivo, calificativo evidentemente positivo, también hay una romanticona. Como buena profesional y asesora amorosa también nos ha querido dar unos consejitos para ligar: “para  sorprender a una pareja no hay nada como el restaurante ‘Kate Zaharra’ donde puedes disfrutar de las mejores vistas de Bilbao, es un sitio precioso”. Sí, es de morro fino.

La polifacética basauritarra ha hecho amigos de todos los estilos y condición. Alguna loca que otra se le ha cruzado por el camino. Para los más clásicos (se nos ocurre Nacho Montes), recomienda un paseo por Abandoibarra. A ver cuando nos lo traes. Y para las modernas perderse por la diversidad cultural que nos ofrecen las calles del Casco Viejo “donde están los mejores pintxos del mundo”, asegura.

Echa de menos el mar y si trae alguna amiga no duda en acercarla a Lekeitio, Bermeo, San Juan de Gaztelugatxe o Sopelana. En esta costa aprendió a nadar y como pez en el agua nadó y nadó y a ver si la vemos nadar algún día en Supervivientes. Mientras tanto no para de trabajar hasta que acaba y se escapa de vez en cuando a La Posada. Aunque reconoce que no hay nada como los bares de Bilbao: “En ningún lugar sabe una copa como en La Antigua Cigarrería, La Compañía del Ron o el The Dreams”.

Nos convencen todas sus propuestas y estamos deseando que en su próxima visita nos conceda el placer de acompañarla en alguno de estos planes. Bizkaia y Nagore se parecen en lo intenso, en lo natural, en lo sencillo pero fascinante. Se nota que está enamorada de nuestra tierra y nos encanta tenerla como embajadora.

• ¿Dónde irías de poteo?
El puerto viejo de Getxo, la calle Garcia Rivero o el Xuroi de Basauri (donde ponen las mejores rabas).

• ¿Un lugar  para comer?
La sidería Fika, donde nos reunimos toda la familia en los momentos más especiales.

• ¿Para salir de copas?
La terraza de la Alhondiga (Yandiola) y el Balcón de la Lola para perder los papeles.