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Bilbao desde las alturas

La Villa de Bilbao, también conocida como “el botxo” (según la RAE, ‘bocho’: hoyo pequeño y redondo que hacen los muchachos en el suelo para jugar) cuenta con una característica geográfica que hace que dispongamos de la posibilidad de subir a alguna de las laderas que la rodean para admirar las vistas de la ciudad desde arriba, pero por si no te has cogido las botas de monte, nosotros te recomendamos nuestros rincones favoritos para acercarte en un momentito y poder disfrutar de las mejores vistas de Bilbao a vista de pájaro.

Escaleras de Solokoetxe

Estas escaleras parten de la calle Ronda para unir el Casco Viejo con el barrio de Solokoetxe. La calle Ronda es una de las siete calles que conforman el Casco Viejo bilbabíno, comenzando en La Ribera (frente a la Iglesia de San Antón) hasta la calle María Muñoz. En esta calle, tal como recuerda una placa situada en el número 16, es donde nació el escritor Miguel de Unamuno y es sin duda, una de las más transitadas del Casco Viejo. La calle Ronda recibe su nombre por ser el camino por donde los vigilantes hacían la ronda para guardar la muralla que protegía la Villa de Bilbao. Fijándonos bien, aun podemos ver restos de esa muralla allí donde las fachadas la han respetado.

Pues bien, ascendiendo estos tramos de escaleras, podremos disfrutar de unas de las vistas más bonitas del Casco Viejo bilbaíno, al estar situados a escasos metros por encima de los tejados de las casas y con la torre de la Catedral asomando entre ellos. Sin lugar a dudas, ‘selfie’ asegurado.

solokoetxe

Parque de Etxebarria

Este parque se trata del más grande de los que dispone la ciudad. Está situado donde antiguamente se situaba la antigua ‘Fábrica Echevarria’, fundición de acero de la época más industrial de Bilbao, de la cual sólo queda hoy en día la alta chimenea que decora el centro del parque como recuerdo a ese pasado industrial de la ciudad.

Aunque el lugar no está explotado como mirador turístico, sin duda es uno de los mejores lugares para contemplar la ciudad desde lo alto (por algo la marca de refrescos ‘Big cola’, una de las empresas más importante de bebidas gaseosas de América Latina, ha elegido este emplazamiento como escenario principal de su spot publicitario del 2014).

Existen varias formas de llegar a este parque, pero nosotros te recomendamos un par de ellas; la primera es por las Calzadas de Mallona, coge aire porque son 311 escaleras que conforman parte de un viacrucis que asciende desde la Plaza de Unamuno en el Casco Viejo hasta la Basílica de Begoña. Hasta hace poco existía un ascensor por el cual también se podía llegar pero está temporalmente cerrado hasta que el Govierno Vasco o el Ayuntamiento se haga cargo de su funcionamiento. Aun así, el metro también dispone de un elevador que te hará la subida mucho más llevadera, el cual es gratuito para los usuarios del metro y con el mismo precio que tenía el otro elevador para aquellos que únicamente quieran hacer uso de él. Otra manera de llegar al parque es accediendo por la Plaza del Gas, junto al Ayuntamiento, mediante una suave ascensión por una cuesta que nos permitirá disfrutar de las vistas de forma gradual.

etxebarria

Puente de ‘La Salve’

Aunque el nombre real de este puente es “Príncipes de España”, debe su sobrenombre a que es el primer punto desde el que los marineros al volver de la mar veían la Basílica de Begoña y le cantaban un ‘Salve’ a la Virgen.

Se puede acceder a él caminando desde la Alameda Rekalde o subiendo las escaleras que se encuentran en el interior de la torre del museo Guggenheim. Aunque si eres de los que piensas que el turisteo no es momento para hacer esfuerzos, también puedes subir en los ascensores que conectan sus dos aceras con el  Paseo del Campo Volantín (en el lado opuesto al museo). Desde arriba podrás fotografiar el famoso museo desde una perspectiva diferente.

Mirador de Artxanda

Este mirador es una de las paradas obligatorias para todo aquel que visita Bilbao, ya que al estar ubicado en una de las montañas que bordean la villa nos ofrece una panorámica completa de la ciudad. Aunque existen varias maneras de llegar al mirador de Artxanda (caminando, en bici, autobús, coche…) te recomendamos que lo hagas mediante el Funicular de Artxanda.

Construído en 1915 este funicular une la Plaza del Funicular (junto al Paseo del Campo Volantín) con el monte Artxanda, el cual se alcanza en pocos minutos, pero no te pienses que una vez en lo alto te vas a sentir perdido en el monte, porque además del mirador también podemos encontrar piscinas, merenderos, zonas de recreo para niños, bares y restaurantes… e incluso buscando bien, alguna que otra zona para aquellos que les gusta ‘disfrutar del amor’ al aire libre.

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