Amsterdam
Hay quien acusa a la Venecia del norte de cierta parálisis en el tiempo, de vivir de las rentas. Cuando se tiene la medalla de oro al lugar más liberal del mundo poca crítica puede ser esa: Amsterdam sigue siendo la ciudad de lo posible, donde experimentar y aventurarse en terreno prohibido. Y además sin olvidar que la capital holandesa ofrece uno de los entornos urbanos más bellos y LGBT friendly de toda Europa, como bien ha puesto de manifiesto la última y exitosa edición del EuroPride. Si aún no lo has hecho, éste es el momento de aprovechar la ruta aérea directa Bilbao-Amsterdam y regalarte un viaje a la capital del país de los tulipanes.
Canales y bicis
Antes de que haya un malentendido, lee esto con atención: aquí los canales están hechos para las embarcaciones que los surcan y las calles, principalmente, para las bicicletas. Esta característica es la que le da ese toque especial, único y algo alocado a Amsterdam. Por ello, lo mejor es que si puedes alquiles una bici (por días, por horas, como gustes) y pedalees libre, haciéndote con el control de la ciudad y experimentándola al 100%. Y no te preocupes porque con la ayuda del candado podrás dejarla prácticamente dónde sea.
Con respecto a la alternativa acuática, las opciones son múltiples, pero la principal compañía (Canal Bus) tiene la ventaja de ofrecer dos líneas y 9 paradas diferentes en los entornos más emblemáticos de la ciudad, pudiendo subir y bajar a tu gusto y así permitiéndote hacer la ruta que más te apetezca.
Sin duda, por corta que sea la escapada, nuestra recomendación es que no te pierdas ninguna de las dos perspectivas, la que te da la tierra firme y la que disfrutarás flotando sobre el agua: dos maneras magníficas de llevarse una imagen completa de Amsterdam.
Una ciudad con historia y cultura
Sea cual sea la manera que elijas para desplazarte, lo mejor es perderse entre los canales y calles del centro, uno de los más grandes de Europa y cuya construcción tuvo origen en el siglo XVII (la fundación de la ciudad se remonta hasta el s. XII). Allí encontrarás la plaza Dam con su Monumento Nacional y Palacio Real, la Oude Kerk (Iglesia vieja) que es el edificio más antiguo de Amsterdam, la casa de Ana Frank, el agradable parque Vondelpark (en el límite de la zona central) o las animadas plazas Rembrandtplein y Leidseplein.
Amsterdam es una capital que destaca por sus museos. En su honor, Museumplein es una enorme plaza ajardinada en la que disfrutar al aire libre y acceder a la mayoría de los museos importantes de la ciudad: Rijksmuseum Van Gogh y Stedelijk, todos ellos merecedores de una visita. No lejos de allí se encuentra el museo Hermitage, y si eres amante de la cerveza, no olvides acudir a uno de sus templos, la Heineken Experience. Como ves las opciones son prácticamente ilimitadas, pero en tus paseos no debería faltar el famoso Mercado de las Flores, donde podrás hacerte con los preciados bulbos de tulipanes holandeses, así como el cuidado barrio de Jordaan.
Gaymsterdam
Amsterdam es una ciudad ecléctica en la que lo gay-LGBT juega un papel muy importante. Tanto es así que en este 2016 fue sede del EuroPride, y para celebrarlo dedicó nada más ni nada menos que tres semanas de festejos. Si alguna vez coincides con el Canal Parade (primer fin de semana de agosto) no dejes de acercarte a los márgenes de los canales: decenas de embarcaciones los surcan en un espectáculo de música, color, travestismo, buen rollo y mucho orgullo. Además, durante las celebraciones del Amsterdam Pride nunca fallan los conciertos, fiestas y la animación callejera.
Pero más allá de esas fechas, la capital holandesa sigue siendo un epicentro gay en Europa. Distribuidos en distintas áreas del centro como Kerkstraat, el entorno de la calle Amstel, Spuistraat (aquí encontrarás el Gay Tourist Information Centre) o Warmoesstraat los locales, en general de tamaño medio, tienen una variada oferta que va desde los espectáculos drag, pasando por la música de divas de toda la vida (prepárate para escuchar “I wanna dance with somebody” de Whitney Houston un millón de veces) hasta los temazos más actuales. Por tener, Amsterdam cuenta con el Homomonument un monumento conmemorativo formado por tres triángulos rosas en homenaje a los gays y lesbianas represaliados a lo largo de la historia, situado en la orilla del canal Keizersgracht.
Por si fuera poco, durante el año la ciudad cuenta con eventos gays de proyección internacional como Rapido o FunHouse. Este último congrega a miles de personas dispuestas a bailar toda la noche y se celebra aproximadamente una vez al mes en una reconvertida y espectacular ex-fábrica gas.
Probar lo prohibido
Si aún tienes ganas de más, seguro que ya conoces otro de los motivos por los que Amsterdam es conocido a nivel mundial. Efectivamente, el consumo recreacional de ciertas drogas blandas está permitido en los Coffee Shops, los cuales encontrarás en buen número en el centro (puede que te pidan un documento que te identifique).
De igual manera, el famoso Barrio Rojo (Red Light District), agradable y aparentemente inocente por el día, abarrotado y sexualizado por la noche, ofrece la posibilidad de tener sexo a cambio de dinero de manera completamente legal y negociada con la trabajadora sexual al otro lado de la mampara. Eso sí, la actividad está orientada casi de manera exclusiva hacia un público heterosexual, aunque quién sabe, Amsterdam siempre guarda un as bajo la manga…
Y además…
Si tienes la oportunidad aprovecha y hazte una escapada al interior de los Países Bajos. Bellas ciudades al más puro estilo neerlandés como La Haya, Rotterdam, Maastricht, Uden o Utrecht, campos de tulipanes y molinos te esperan para hacerse por siempre un huequito en tus memorias.