Alas Glow
Si algo define a Alas Glow es su capacidad para reinventarse sin perder su esencia. Con una gran conexión con el público LGTB, la artista nos sorprende con BAT, su nuevo EP en euskera, un trabajo donde se muestra más sincera y vulnerable que nunca. Con una mezcla de rap, electrónica y letras que hablan de identidad, superación y empoderamiento, este proyecto marca un antes y un después en su trayectoria. En esta entrevista exclusiva para BLUE, nos habla sobre el reto de componer en euskera, su vínculo con la comunidad queer y cómo la música se convierte en refugio y revolución.
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Revista BLUE.- ¿Qué te inspiró a escribir y cantar en euskera para este nuevo EP?
Alas Glow.- Estaba girando con BASATITIAK y pensé que era el momento adecuado para probarme y componer un tema en euskera. Fue un reto personal, porque nunca me había atrevido a escribir nada en euskera, lo sentía como un idioma relegado al ámbito escolar, en mi caso. Pero pensé que por probar no perdía nada. El resultado me enamoró. Tanto que después de Mamuak escribí 6 canciones más en euskera y de ahí nace “BAT”, el EP que verá la luz en abril de 2025.
R. B.- ¿Cómo ha sido el proceso creativo al trabajar en este idioma? ¿Es diferente al que tenías al componer en castellano?
A. G.- Sorprendentemente me ha dado una libertad que no me ha dado el castellano. El componer en euskera me ha llevado a hablar de sentimientos muy profundos que tal vez en otro idioma no me habría atrevido a desvelar. También me han salido letras muy guerreras y reivindicativas que, no sé si es por la musicalidad del idioma, suenan con una fuerza especial.
R. B.- ¿Hay algún mensaje especial que quieras transmitir con estas nuevas canciones?
A. G.- Cada canción tiene un mensaje diferente pero el trasfondo es común. Yo estoy enferma de melancolía, lucho cada día por no volver la vista atrás. Además soy una persona que siempre intenta agradar y encajar, lo cual a veces me ha llevado a desdibujarme. En este EP me doy a mí misma diversos mensajes que espero que le lleguen a todo el mundo: el clásico “disfruta el momento” y no te pierdas en bucles mentales infinitos, confía en la vida, rodéate de personas que te cuiden y te hagan sentir bien siendo tú mismx.
R. B.- Cómo describirías el sonido y las emociones de este EP comparado con tus trabajos anteriores?
A. G.- Creo que me he alejado del reguetón y me he acercado al rap y la electrónica. Me apetecía contar cosas más profundas y el rap me da esa oportunidad. Me ha nacido componer sobre instrumentales más oscuras de drill porque en esta ocasión las letras no tratan de “sexo, drogas y rockandroll”. Hablo de una depresión, de volver a la tener ganas de vivir, de superación. Por otro lado la electrónica es un genero que me ha gustado desde niña, soy una raver de 20 años atrapada en un cuerpo de “señora”, jejeje. Pero la vida siempre trabaja a nuestro favor y de repente apareció en mi vida Adela Green, una chica muy joven y con demasiado talento que compone y toca electrónica en directo. Así que unimos fuerzas y he compuesto dos temas sobre sus instrumentales. En éstas, hablo de la aceptación, de cómo mola ser “la oveja negra”… la temática no es tan profunda aparentemente pero el mensaje sí.
R. B.- ¿Qué importancia tiene para ti que el euskera, esté presente en la música actual?
A. G.- Creo que como lengua viva que es evoluciona junto con la música y las personas que la hablan, y por lo tanto, es natural que se utilice para componer canciones de estilos más actuales, que se alejan de los géneros más clásicos. Esto no solo lo enriquece, sino que también lo abre a nuevos públicos, mostrando su versatilidad y permitiendo que conecte con el mundo desde otros enfoques.
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R. B.- ¿Crees que tu música pueda ser un refugio para las mujeres gracias a tus letras de empoderamiento?
A. G.- Rotundamente sí. Jajaja. Cuando escribo sale mi yo más powerful, tanto que a veces, cuando me escucho, digo, ¿eso pienso yo?. Somos diosas creadoras pero a veces se nos olvida. Mi alter ego, ALAS, lo tiene claro.
R. B.- ¿Qué significa para ti el arte como herramienta para sanar o conectar con otras personas?
A. G.- El arte es la manera que tenemos de comunicarnos los introvertidos, de canalizar aquello que no podemos expresar con palabras porque se queda atragantado en la garganta. Bailar, pintar, escribir o esculpir son formas de contar una historia, transmitir un mensaje, liberar lo que llevamos dentro y, en ese proceso, sanar.
R. B.- ¿Qué artistas o sonidos han sido una inspiración para ti durante la creación de este EP?
A. G.- Tenía muchas ganas de mostrar mi lado más sensible y real. Aunque me gusta salir y divertirme, en el fondo soy una persona muy sensible y vulnerable, que vive con nostalgia crónica, aquejada de una melancolía constante y bastante insegura. Me inspiré mucho en artistas como Anier y Elane Meta, porque tienen una forma muy cruda y sincera de contar sus penas en sus canciones. Esa honestidad me motivó a compartir mi propio lado más profundo y vulnerable en este EP.
R. B.- ¿Cómo imaginas que este proyecto conectará con tus fans actuales y con nuevos públicos?
A. G.- No puedo imaginarlo, la verdad. Dejaré que ocurra. En el fondo me da miedo, porque hasta ahora mi estilo ha sido más superficial y divertido. Aunque en algunos temas, como ‘Truco o Trato’ o ‘Modo Bitch’, he estado haciendo una declaración de amor, siempre han estado camufladas por ese rollo de mujer fatal. Ahora siento que quiero ir más allá y mostrarme de una forma más genuina y vulnerable. Espero que a mis fans les guste este cambio, pero también me gustaría que otras personas que no me conocían o no habían apreciado estos matices en mí, se enganchen a mi música.
R. B.- ¿Qué podemos esperar de Alas Glow en el futuro? ¿Algún tema en mente que conecte directamente con la comunidad LGBT?
A. G.- Uyyyy, la comunidad LGBT es mi casa, porque me siento parte del colectivo. Cuando escribo, siempre tengo ese punto de vista, esa conexión tan real. De hecho, en este EP, la canción ‘NO CREDIT’ tiene una relación directa con el colectivo. Además, hay una propuesta sobre la mesa para hacer un tema concreto sobre la comunidad LGBT (en concreto sobre las “mariliendres”), pero aún no está completamente concretado.
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R. B.- ¿Qué crees que tienes de especial como artista para haber enganchado a tanto público gay?
A. G.- Que como dice mi amiga La Cieza, soy gay, jajaja. La conexión con el colectivo es real y esa energía fluye en ambos sentidos. Creo que lo que nos une va más allá de la música; es algo más visceral. Así que, sí, estamos enganchados mutuamente.
R. B. -Muchos de tus fans y personas de tu círculo cercano pertenecen al colectivo LGBT, ¿te consideras una “mariliendre”?
A. G.- Jajajajaja, me imagino que encajo perfectamente en esa definición, pero es un término que me horroriza porque me recuerda a los piojos. Yo me considero una más. Con las personas del colectivo me entiendo perfectamente. Me siento aceptada, comprendida y, sobre todo, respaldada.
R. B.- ¿Qué esperas que las personas sientan cuando escuchan tus canciones?
A. G.- Que cada quien haga su propio viaje. Espero que les remueva cuando esa sea la intención y les empuje hacia adelante cuando sea esa la idea. Con las de electrónica espero que el público sienta una energía brutal, ganas de comerse el mundo y la vida a mordiscos. Al final, la música es un espacio para sentir y conectar, y quiero que cada persona pueda encontrar algo único en cada canción.
R. B.- ¿Cómo defines tu evolución como artista desde tus primeras canciones hasta este nuevo proyecto?
A. G.- Al principio, mis primeros trabajos estaban muy enfocados en copiar lo que veía en el mainstream, y a mi nivel creo que me acerqué bastante, sobre todo con temas como ‘4K’ o ‘Insomnia’, donde la imagen, tanto en el videoclip como en las fotos, fue algo realmente increíble. Sin embargo, he decidido dejar de ir a la guerra con palos cuando los demás van con AK47. Ahora mi música es más real, menos pretenciosa. Voy a seguir cuidando la imagen, claro, pero ya no puedo mantener el nivel de los trabajos anteriores porque simplemente no es posible. Mi enfoque ahora es hacer música más auténtica, más cercana a lo que soy realmente. Eso sí, no voy a dejar de hacer música ‘divertida’ ni temáticas más banales, porque también me gusta esa parte, y la música tiene que tener muchas facetas.
R. B.- ¿Qué consejo le darías a jóvenes artistas que buscan abrirse camino en la música?
A. G.- Que sigan su instinto y que trabajen duro. Si te enfocas y lo haces con pasión e ilusión, todo es posible. Lo más importante es no dejar de intentarlo, porque al final siempre hay alguien que conecta contigo, y eso es lo que realmente ensancha el alma.