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Cachorro Lozano


a través de sus obras, este artista multidisciplinar nacido en bilbao, se ha convertido en un referente artístico lgtb+ ,dejado una marca indeleble PROPIA en el panorama creativo contemporáneo. Cachorro ha sabido mezclar disciplinas para abordar temas que giran en torno a la identidad queer, los dilemas, la sexualidad, así como el amor y el desamor.

Revista BLUE.- ¿Cómo te describirías a ti mismo y a tu trabajo?

Cachorro Lozano.- Me gusta creer que sobre todo es un trabajo expresivo, disfrutón, erótico, que reivindica la libertad del cuerpo. Quiero creer también que hay algo de mí en mi trabajo y a la inversa. 

R. B.- ¿Cuál fue tu primera aproximación a la ilustración?

C. L.- Creo que esto es algo que nos pasa a todos los artistas, ese acercamiento intuitivo al mundo artístico desde bien pequeños de una manera aleatoria, que ya queda ahí para siempre. Si pienso en mi infancia siempre me recuerdo pegado a un lápiz y un cuaderno… cuando los demás jugaban al fútbol yo dibujaba, o leía, o devoraba la colección de cds que había en mi casa. Al final todos esas influencias creo que te conforman y te van acercando a lo que luego ya sido terminando siendo mi profesión.

R. B.- ¿Siempre supiste que querías dedicarte a la ilustración?

C.L.- Lo cierto es que no, y posiblemente tampoco sé si querré dedicarme a ello eternamente, soy un poco veleta. Es una de las muchas herramientas que tenia a mano, y por rapidez, accesibilidad y algo de suerte, acabé dedicándome a ello. Creo que en todo lo que haga y en cualquier disciplina que sea, aparecerá mi visión artística, pero quién sabe qué formatos o con que disciplinas estaré trabajando en 15 años.

R. B.- ¿Cuáles son tus principales fuentes de inspiración?

C. L.- Mis propias experiencias, las de mi entorno, mucho de lo que encuentro en libros, en el cine y en la música, referentes clásicos en la historia… al final todas las historias del mundo tienen planteamientos nudos y desenlaces muy parecidos. Ni las comedias, ni los dramas, ni las alegrías, ni las tristezas, han evolucionado mucho a lo largo de la historia si lo piensas bien. Mires donde mires todo puede ser inspirador, es una cuestión de educar la mirada.

R. B.- Si tuvieras que definir tus ilustraciones en tres palabras, ¿cuáles serían?

C. L.- Si las defino las limito… pero te diré que es muy divertido y excitante crearlas.

R. B.-  ¿Qué crees que hace a tus ilustraciones diferentes del resto?

C. L.- La crudeza, lo rotundo del trazo, del mensaje, la exageración, la combinación entre la dureza y la ternura, y lo erótico, esa combinación entre lo juguetón con lo sexual.

R. B.- ¿Quiénes son tus máximos referentes a nivel artístico?

C. L.- Tengo muchísimos, cada día más, pero te diría que los que más me han marcado y que aún siguen haciéndolo son David Hockney, Tom of Finland y Andy Warhol, todos por razones obvias. A la vez tengo amigos artistas increíblemente creativos a los que admiro y observo como referentes también.

R. B.- ¿Qué significa para ti la ilustración y qué te ha aportado a nivel personal?

C. L.- Es una forma de crear rápida y efectiva para comunicar el pensamiento, para materializar un concepto. A diferencia de la fotografía, o la pintura, o la cerámica, que necesitan otros tiempos, el dibujo puede permitirse ser espontáneo y desenfadado, no hay que pensarlo mucho, y creo que en la vida en general, las cosas cuanto más frescas y livianas, mejor.

R. B.- ¿Qué te inspiró a centrar tu trabajo en temas LGBT+?

C. L.- Realmente no fue una decisión consciente o planeada sino un proceso lógico, mi obra tiene que ver con el deseo y al final está atravesada por mis vivencias, con lo cual es inevitable que se meta en esa categoría. Yo hablo y creo mis obras desde el lugar que me pertenece y desde mi voz, que es lo único que conozco y de lo que puedo hablar con propiedad.

R. B.- ¿Cómo crees que tu arte contribuye a la visibilidad y aceptación de la comunidad LGBT+?

C. L.- Sé que para mí es liberador, que tiene un punto transgresor, y por lo tanto para muchos otros sé que también lo es, y así me gusta que se entienda, entender el deseo y la sexualidad como algo sano. Me sigue haciendo ilusión cuando alguien me escribe diciéndome que mis dibujos o mis textos en algún momento de su vida les han ayudado a hacer un “click” y desbloquear alguna inseguridad.

R. B.-  ¿Qué desafíos has enfrentado al abordar temas LGBT+ en tu trabajo?

C. L.- El principal desafío siempre ha sido la censura. Creo que, aunque pueda parecer lo contrario, vamos con el acelerador puesto hacía una sociedad sorprendentemente cada día más puritana. Y me niego totalmente. 

R. B.- ¿Cómo ha evolucionado tu perspectiva sobre la identidad y la diversidad sexual a lo largo de tu carrera?

C. L.- Es algo que varía constantemente, mi identidad no tiene nada que ver con lo que yo era hace 10 años y habré descubierto y aprendido tantas cosas de aquí a diez años que habré cambiado totalmente. Piensa que cuanto más vives, más disfrutas, más viajas, más gente conoces… tu concepción de tu identidad y de la de los demás se vuelve más compleja, y a la vez (y esto es lo mejor de todo) te vuelves menos juzgón. Me gusta juntarme con gente que no juzga y que no sólo es libre, sino que disfruta con la libertad ajena.

R. B.- ¿Hay algún artista o activista LGBT que te haya influenciado particularmente?

C. L.- Hay varios cuyo trabajo me ha marcado mucho especialmente mientras estudiaba en la carrera: Paul B Preciado, Derek Jarman, y Paco Vidarte sobretodo. Recientemente falleció Armand de Fluviá, del que recomiendo leer mucho ya que es uno de los referentes gays más valiosos que tenemos, fundó el Movimiento Español de Liberación Homosexual y su historia merece ser conocida y honrada.

R. B.- ¿Qué reacciones has recibido del público respecto a la temática LGBT+ de tus trabajos?

C. L.- De todo tipo, muy opuestas. De los que se ven fascinados por ello a los que lo detestan. Y todas están bien. En cualquier caso algo que he aprendido es a no creerme nunca nada de una opinión al 100%, porque todas las opiniones están sesgadas por nuestras vivencias y traumas, aunque siempre me he sentido muy afortunado y muy querido.

R. B.- ¿Qué consejo le darías a jóvenes artistas LGBT+ que están comenzando su carrera?

C. L.- Que encuentren cuanto antes cuál es su voz, cuál es su marca, su estilo. Eso es lo fundamental, y a partir de ahí, todo empieza a cobrar sentido. Nada como la coherencia con uno mismo. Y sobretodo, que hablen desde lo que saben y viven, que es de lo único en lo que uno puede ser más experto que nadie.

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