¿Por qué el 13 de abril es el Día Internacional del Beso?
El 13 de abril de cada año se celebra en todo el mundo el Día Internacional del Beso, una celebración con la que se pretende recordar a las personas el simple placer asociado con el beso por el beso mismo, un acto de lo más simple pero que en el momento de confinamiento que vivimos tiene mucha importancia. ¿A cuántos de nosotros nos ha pillado el estado de alarma por el coronavirus solos en nuestras casas y no podemos abrazar ni besar a nuestros seres queridos? El 13 de abril se conmemoran los besos románticos, los besos en la mejilla, los besos de padres a hijos y los besos entre amigos. Una clara alusión a la importancia que tiene en nuestra sociedad un sencillo gesto como éste.
¿Por qué se celebra el 13 de abril?
El Día Internacional del Beso se celebra cada 13 de abril el homenaje al beso de más larga duración que se ha registrado en la historia, y que tuvo lugar en Tailandia, precisamente un 13 de abril.
El primer concurso se celebró en Tailandia en el año 2011. En él, una pareja tailandesa estableció el primer récord mundial con el beso más largo de la historia. Aquel beso tuvo una duración de 46 horas, 24 minutos y 9 segundos. Un año más tarde, en el concurso del 2012, una pareja gay marcó un nuevo récord al besarse durante 50 horas, 25 minutos y 01 segundo.
Sin embargo, en el año 2013 la misma pareja tailandesa del 2011 volvió a establecer un nuevo registro mundial. En esta ocasión, elevaron su récord con un beso que duró 58 horas, 35 minutos y 58 segundos. Hay que destacar que, ese año 2013 las nueve parejas de enamorados que tomaron parte en el evento no tenían derecho a sentarse y debían besarse sin parar. No podían dejar de hacerlo ni cuando bebieran un poco de agua con una pajita ni cuando fueran juntos al baño. Para participar en este concurso, es necesario que las parejas estén casadas o demostrar una relación estable con una carta escrita por los padres de los novios.
Los beneficios de darse un beso
Pero un beso no es solo el mero hecho de conectar física y emocionalmente con otra persona. Es un acto que puede reportar muchos beneficios, ya que con él liberamos endorfinas, la hormona del placer, una sustancia que nos ayuda a conectar mejor con la otra persona.
Un beso aumenta los latidos de nuestro corazón, por lo que disminuye la presión sanguínea. Un acto que ayuda a dilatar los vasos para que la sangre fluya de manera firme y pueda llegar más fácilmente a todos los órganos vitales. Hay estudios que aseguran que besarse puede alargar la vida hasta en cinco años. La clave de todo ello se encuentra en las ya mencionadas endorfinas.
Estas hormonas de la felicidad nos ayuda a tener una actitud más positiva ante la vida, por lo que contribuye a reducir los niveles de ansiedad. La liberación de endorfinas también mejora nuestra autoestima. Al conectar con otra persona y sentirnos deseados, aumenta la sensación de placer y bienestar con nosotros mismos.
Hay expertos que aseguran que el beso funciona como si de un lifting se tratase. Besarse ayuda a que la piel de la cara se estire, por lo que ayuda a combatir las arrugas que aparecen con el paso del tiempo. En el momento de besarnos, estimulamos los músculos faciales. Estos se tensan y se tonifican, ofreciendo a la larga un mejor resultado en el rostro.