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Bizkaia Enamora – Costa de Bizkaia

Es imposible entender la cultura de Bizkaia, sus costumbres y tradiciones, el carácter de sus gentes, sus creencias y festividades, su folclore y gastronomía sin echar un vistazo a la costa vasca, con quien ha estado vinculada desde siempre. Una relación con el Mar Cantábrico que ha dado la vida a muchas poblacioines pesqueras, y un vínculo con sus aguas bravas que en muchas ocasiones también se ha llevado la vida de sus habitantes.
Ese espíritu marinero de las zonas costeras de Bizkaia tiene su origen en la captura de la ballena, actividad que ofreció una forma de vida en la que ellos salían a faenar y jugarse la vida, mientras ellas se quedaban a la espera mitigando la angustia del que se queda cosiendo las redes de pesca o vendiendo pescado, escenas que aún hoy en día se pueden ver en muchos puertos del litoral bizkaino.
Porque la costa vasca no es digna de visita únicamente en verano para disfrutar de sus playas. Conoce el día a día de estos pueblos que todavía mantienen su esencia y disfruta de paisajes impresionantes viendo al furioso mar golpeando la costa en los meses otoñales e invernales.

LOS PUEBLOS

Aunque son muchos los pueblos que visitar en la ruta de la costa vasca estos son los que no te puedes perder por su belleza, sus paisajes y por supuesto, por su gastronomía:

• Bermeo: con alrededor de 17.000 habitantes, la Villa de Bermeo, fundada en 1236, ostentó el título de “Cabeza de Vizcaya” durante más de un siglo, siendo la principal población del Señorío de Vizcaya. Actualmente, se trata de una villa arraigada a la tradición marinera, ya que su economía se basa mayoritariamente en la pesca y en las conservas de pescado, con diferentes atractivos turísticos entre los que destaca la, cada vez más conocida, ermita de San Juan de Gaztelugatxe.
• Lekeitio: con bastante menos población que la anterior (poco más de 7.000 habitantes). Un paisaje privilegiado, dos amplias playas, un colorido puerto rodeado de bares y restaurantes, y una impresionante iglesia gótica están haciendo que el turismo se esté convirtiendo en la principal fuente de ingresos económicos del pueblo, en detrimento de la pesca tradicional (ya en el siglo XIX importantes aristócratas como la reina Isabel II y la emperatriz austro-húngara Zita se dejaron atraer como turistas por sus encantos).
• Ondarroa: cuenta con una población parecida a la de Lekeitio (unos 8.500 habitantes) y ostenta los títulos de Muy Noble y Leal Villa. Aquí el mar y la montaña se enfrentan cara a cara y de la misma manera conviven modernidad y tradición, con un bonito Casco Viejo con sabor medieval y marinero y calles empinadas.

LaA RUTA DEL FLYSCH

Es muy probable que el nombre de esta ruta te suene a chino (o a ruso). Flysch es el nombre que recibe una formación de capas rocosas de origen sedimentario con unas características determinadas, paleontológicas (fósiles) o litológicas (composición mineral, geometría, etc). En un flysch se alternan capas de rocas duras (calizas, pizarras o areniscas) con capas de materiales blandos (margas y arcillas) de modo que la erosión desgasta más fácilmente las capas blandas y deja expuestas las capas duras. Vamos, esa especie de cuchillas con forma de tarta de milhojas que hay en la playa en las que si te sientas acabas con el culo al rojo vivo.
Pues resulta que la costa vasca en cuanto a flysch es de lo mejorcito y ha sido calificada por la UNESCO Patrimonio Natural del Geoparque.
La cosa es que debido al movimiento de las capas tectónicas y demás sucesos del planeta han quedado expuestos materiales que contienen información de más de 50 millones de años. Eso sí, asegúrate de que habrá marea baja para poder verlos.

MARMITAKO

Como imaginarás, una tierra pesquera tiene numerosos platos tradicionales elaborados con pescados, pero nosotros hemos escogido uno que nos encanta, el Marmitako, un plato con el bonito del norte como protagonista, fácil de preparar y con el que te chuparás los dedos:

Ingredientes (8 personas):
• 750 g de bonito
• Cabezas de pescado
• 4 patatas
• 1 cebolleta
• 1 pimiento verde
• 1 tomate
• 1 puerro
• 1 cebolla
• 3 dientes de ajo
• 1 pimiento choricero
• aceite de oliva virgen extra
• 1 hoja de laurel
• sal
• pimienta
• perejil

Elaboración:

Para preparar el caldo, pon las cabezas de pescado en una cazuela con abundante agua y una pizca de sal. Introduce unas ramas de perejil, el pimiento choricero (sin rabo ni pepitas), la cebolla (troceada) y el puerro (limpio y troceado). Cuece todo durante 15 minutos. Cuela y reserva el caldo.

Pela y pica los ajos y dóralos en una cazuela con un chorrito de aceite. Trocea el pimiento verde y la cebolleta y añádelos. Introduce la hoja de laurel y cuando se rehoguen las verduras añade el tomate pelado y troceado. Sazona y espera a que las verduras se pochen bien.

Pela las patatas, cáscalas y agrégalas a la cazuela. Añade también la carne del pimiento choricero. Cubre todo con el caldo y cuece las patatas durante 20 minutos a fuego suave.

Limpia el bonito (cuidado de quitar bien todas las espinas), córtalo en dados salpimienta y agrégalos. Apaga el fuego y déjalo unos instantes al calor para que se haga.

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