Testimonio LGBT – Sergio
Este joven bilbaíno que se define a si mismo como “maricón, transfeminista y antiespecista” lleva muchos años militando no sólo a favor de los derechos del colectivo LGBT, sino también contra la violencia de género e incluso en pro de los animales. Asiduo a manifestaciones, marchas y actos de protesta, sabe que queda mucho por hacer, pero según su experiencia “muchas veces, somos los miembros de nuestra comunidad los que echamos piedras sobre nuestro tejado”. Ésta es la manera de pensar de un miembro de nuestra comunidad.
Su lucha es pacífica y utiliza los medios que el sistema pone a su alcance, aunque según él no los aprovechamos como es debido ya que “muchas de la comunidad lésbica parece que sólo son feministas cuando el problema les ataca directamente a ellas”. Sergio nos recuerda un suceso de hace cosa de un año en relación a un establecimiento que llamó al orden a una pareja de lesbianas por hacerse muestras de cariño en público, hecho que congregó a unas 200 personas como protesta frente al negocio, pero según nos dice “días más tarde, una mujer fue asesinada a manos de su pareja y en la concentración en cuestión, no llegábamos a 20 personas, y lo se muy bien porque yo fui una de las personas que se concentró en la plaza Moyua. Aquí en Bilbao, parece que das una patada a una piedra y salen de debajo 6 ó 7 feministas. Pero luego a la hora de la verdad prefieren quedarse en su casa”.
Pero dentro de la comunidad LGBT también le incomodan muchas actitudes y comportamientos de los que hemos hablado en este número: “especialmente en apps de punto de encuentro de gays en los que se leen perlas como ‘machoxmacho’, ‘busco tíos con 0 pluma’, ‘solo tíos pollones’, y mi favorita de todas ‘solo discretos’, como si uno se dedicase a publicar en el BOE con quien se acuesta”.
Aunque los ataques e insultos por parte de miembros del propio colectivo no solo se producen en aplicaciones o redes sociales, sino con comentarios mucho más directos “como cuando estás eufórica bailando, y escuchas comentarios del tipo ‘mira esa loca, seguro que es pasiva’, como si el serlo fuera algo de lo que sentir vergüenza. Nos pasamos el día criticando el binarismo y los roles de activo/pasivo pero luego a la hora de la verdad se nos hace un lavado de cerebro y buscamos eso, tíos TÍOS”.
Las discriminadiones no solo se dan en lo relacionado con los roles o con la manera de ser o comportarse. Parece que pertenecemos a un colectivo que marca que lo socialmente aceptado es ser joven y musculado “cuando sufres comentarios como ‘ay, has engordado un poco, tienes que empezar a cuidarte. Nadie se preocupa si has adelgazado, todos dan por sentado que estás haciendo dieta, porque estar delgado es lo importante. A lo largo de mi vida he sufrido cambios en mi peso en los que he llegado a pesar hasta 113 kilos, y ahora estoy en 77 kilos. Y lo que más me asombra es que todo el mundo me ha hecho comentarios del tipo ‘qué guapo estás, ¿estás haciendo dieta?’ Nadie se ha parado a pensar en que ese cambio radical de peso pudiera deberse a algún problema personal. Porque claro, lo primero es la imagen, ser mona y delgada”.
Otro aspecto que critica es el de la transfobia cuando se escuchan comentarios como “mira esa, es trans, ¿tendrá tiburón o estará operada?”, dando a entender que si no está reasignada de genero, no es una mujer completa. Para Sergio “no tiene nada que ver; hay muchas trans que se sienten muy comodas con sus genitales naturales, y no necesitan una reasignación de sexo, e incluso tampoco de implante de pechos, o en el caso de las transexuales masculinas, eliminación del mismo”. Y añade que “la identidad sexual, no está en nuestros genitales, si no en nuestra cabeza”.
Por último, otro tema con el que no comulga son las críticas incongruentes hacia el recién terminado Bilbao Pride, y en concreto con “aquellos miembros del colectivo, que van de alternativos y anticapitalistas, criticando el modelo actual del pride bilbaino, pero luego no tienen ningún reparo en romper su alcancía y gastarse sus euritos en el World Pride de Madrid”.
Por todo esto, Sergio se despide de nosotros con una reflexión: “la libertad y el respeto empieza por uno mismo. No exijas a los demás el respeto que tu mismo no estás mostrando. Independientemente de cómo seas o cuál sea tu ideología, se coherente en tus actos con lo que piensas”.
Interesante punto de vista que muchas personas del colectivo LGTBI no hemos planteado en más de una ocasión. Lamentablemente en esta línea va la sociedad de la que formamos parte, en mi opinión,menos progresista realmente de lo que a priori podría parecer.