La marica mala en 9 frases
El mayor enemigo de la marica común, a parte de los esteroides y su tendencia natural a vestirse como si fuera un árbol de navidad, es la marica mala, ese ser ladino y cruel que disfruta con tu sufrimiento y hará todo lo posible para joderte la existencia. Dar con ella no es fácil, se camufla entre nosotras, pasa desapercibida e incluso es muy probable que cuando la conozcas te caiga bien. Craso error, querida amiga, tarde o temprano te la va a meter, y no por el culo precisamente.
Para evitar que caigáis en las garras aterciopeladas y con manicura francesa de la marica mala común, yo, que soy una oenegé con el cuerpo de un Dios griego, os voy a dar las pistas necesarias para que la identifiquéis en 9 sencillas y aparentemente inocuas frases, amigas.
Las maricas malas nunca serán francas y directas, cuando quieran decirte algo usarán su venenosa elocuencia para manipular tu estado de ánimo. Tú no serás consciente de sus retorcidas formas hasta que tengas que reptar por el suelo para recoger lo poco que queda de tu autoestima. Aquí os dejo unas pistas en forma de frases que delataran a esas maricas malas que creéis que son vuestras súper amigas y son en realidad vuestra peor y más malefica enemiga.
1. “Tienes pinta de estar cansado”
Aparentemente muestra preocupación; pero en realidad te está diciendo que tienes una cara muerta en vida que podrías hacer de extra en “the walking dead”.
Una buena persona te preguntaría ¿estás bien? Si realmente estuviera preocupada por ti, la marica mala no, porque en realidad le suda el coño como estés, lo que quiere dejar claro es que estas ojerosa y fea, como un mapache con alopecia.
2. “¡Has adelgazado muchísimo!”
Lo que en principiopuede parecer un comentario bienintencionado, que incluso podría percibirse como un cumplido, esconde una doble intención. Y es que las maricas malas tienen más lecturas que “el principito” amigas.
Una buena persona te diría “te veo genial”; pero una marica mala nunca va a hacerte un cumplido sin más. Cuando una marica mala hace este comentario, o esta aseverando que antes estabas más gorda que Falete en enero, o que ahora pareces una yonqui a punto de ingresar en proyecto hombre.
3. “Eras demasiado para él”
La marica mala común disfruta con la desgracia ajena, y en su mundo de mierda no hay ninguna desgracia que se la ponga más gorda que los fracasos sentimentales ajenos. Quizá porque ella es incapaz de tener nada que implique sentimientos.
Así pues cuando tu novio te deje no te animará, preferirá subrayar tu error al elegirlo. Por qué desprestigiándolo a el, estará desprestigiándote a ti. De esta forma conseguirá traspasar la culpa de vuestro fracaso en pareja a ti solo, por elegir mal. Imbecil.
4. “Tú siempre” o “tú nunca”
Nadie hace siempre o no hace nunca algo. La gente no se percibe a sí misma de manera unidimensional, pero las maricas malas si, para ellas las cosas son blancas o negras, no hay término medio, y hoy te adoran y mañana te detestan. Y al otro ya están buscando una nueva víctima a la que destrozar.
5. “Estás genial para tu edad”
Utilizar “para” a modo de calificativo transmite condescendencia y rudeza. A nadie le gusta que le digan que es “inteligente para ser deportista” o que “para tener más años que carracuca está hecho un chaval”.
Pero una marica mala nunca te hará un cumplido genuino, siempre te hará cumplidos condicionados. Si, te dirá, estás bien, porque ya tienes una edad; pero solo por eso. Alabar una de tus características, para ellas, sería como empequeñecerse, quitarse importancia. Vamos, que son unas “ijasdelagranputa” de libro.
6. “Como ya he dicho antes…”
Ellas son más listas que tú, amiga, y te lo van a recordar siempre. El “como ya he dicho antes…” es una de las múltiples maneras que van a utilizar para recordarte que eres tonta, no escuchas y por tu culpa van a tener que repetir por enésima vez algo que tú no has escuchado o directamente no has entendido. Si no fueran malas, solo maleducadas, te dirían que eres tonta; pero ellas prefieren guardarse las espaldas y que seas tú misma la que se de cuenta de tu necedad.
Tu autoestima a estas alturas ya está a la altura del betún.
7. “Buena suerte”
Obviamente desear buena suerte a alguien no es malo; pero cuando alguien va a emprender un nuevo proyecto, relación o enfrentarse a cualquier dificultad, desear buena suerte no es muy alentador. Sería más emocionalmente inteligente decirle “te va a ir genial” o “tú puedes con todo”.
Con estas frases sugieres que la otra persona tiene la capacidad necesaria para conseguir lo que se proponga. Sin embargo una marica mala nunca va a sugerir nada que pueda aumentar la confianza y la autoestima de su interlocutor, porque ella brilla cuando el otro se apaga.
8. “Me da igual” o “lo que tú quieras”
Cuando alguien pregunta algo es porque obviamente le interesa tu opinión. Una marica mala siempre utilizará tus preguntas para demostrar su despreció por tu interés. Respondiendo “me da igual” no responden a tu pregunta, tan solo valoran lo que has preguntado, y les da igual.
9. “Por lo menos yo nunca he…”
Este es un clásico de toda marica mala que se precie de serlo. Utilizar esta frase es una manera agresiva de desviar la atención de un error que ha cometido echándote en cara otro fallo, probablemente irrelevante, que cometiste hace tiempo (y que ya deberías haberle perdonado).
Y es que una marica mala nunca acepta un error, prefiere trasladárselo al otro. Ellas son perfectas, y tú sólo un mojón en mitad del pavimento.
En las conversaciones del día a día, son los pequeños detalles los que marcan la diferencia. Y la gente tóxica, maricas o heteras malas, construyen y proyectan su maldad con pequeñeces que les sirven de coartada.
¿Para que darte una puñalada por la espalda que provoque una herida que sangre y llame la atención, cuando pueden depilarte los nuevos pelo a pelo y sin anestesia hasta que el dolor haga que termines arrodillada?
Hasta aquí mi esclarecedor artículo emocionalmente inteligente, ahora ya si eso me hacéis caso u os limpiáis el culo con el; pero recordad que son páginas satinadas y os iba a quedar el culo lleno de mierda.