Burdeos
Juguemos al 3+3+3 (3 días, 3 horas, 3 planes): estás en Bilbao, tienes solo tres días para realizar una escapada y no más de tres horas y media para poder llegar a tu destino, siendo el desplazamiento por carretera obligatorio. Si entre tus opciones no ha aparecido Burdeos, es porque aún no la conoces. Por muy imperdonable que esto sea, todavía estás a tiempo de remediarlo.
Para ello BLUE te trae una selección de tres planes, los cuales podrás distribuir y combinar como más te guste ya que el orden de los factores no altera el producto. Y antes de que gruñas, que nos conocemos, la respuesta es sí: también hay ambiente gay-LGBT. Más del que piensas. Créenos, lo hemos probado.
Déjate de penínsulas, cruza la muga y pon dirección norte en el Golfo de Bizkaia: La Perla de Aquitania te espera y te va a sorprender.
PLAN 1 – CONOCER LA CIUDAD
Dado que tienes en tu haber cierta cultura general, sabrás que Bordeaux guarda uno de los mejores vestigios arquitectónicos del siglo XVIII. Y no lo decimos nosotros, lo certifica la UNESCO que en 2007 y en una decisión sin precedentes nombró a todo su casco histórico Patrimonio de la Humanidad. Se trata de nada más ni nada menos que de 1.810 hectáreas y 347 edificios considerados Monumentos Históricos, el mayor conjunto urbano del mundo que goza de esta clasificación.
Así las cosas, no pierdas el tiempo y lánzate a recorrer las exquisitas calles salpicadas por arquitectura hecha arte, boulangeries (pide chocolatine, nada de pain au chocolat), floristerías y tiendas con cuidadísimos escaparates, bicicletas, tranvías y cómo no, bars à vins y restaurantes con el encanto único del Sudoeste francés. En este imprescindible paseo inicial no te pierdas la Place de la Bourse, una espectacular plaza del siglo XVIII -cómo no- que desde 2006 está acompañada del Mirror d’Eau, una gran película de agua en la que podrás descalzarte y, sobre todo, maravillarte con su efecto de espejo, que refleja la grandiosidad del entorno arquitectónico tanto por la mañana como por la noche. Aprovecha los periodos en los que el tiempo acompaña (generalmente, desde abril hasta el otoño), ya que es cuando el espacio tiene agua, garantizándote una selfie perfecta. Si giras la cabeza hacia el río Garona verás el elegante Puente de Piedra, primero en la ciudad y construido por orden de Napoleón.
Como ya hemos explicado todo el centro de la ciudad es una maravilla y merece una visita, pero en cualquier caso asegúrate de pasar por el Grand Théâtre (sede de la Opéra National) excepcional obra inaugurada adivina en qué siglo y con una programación excelente, por el Jardin Publique, la Place des Quinconces, considerada de las más grandes de Europa y que además incluye el monumento a los Girondinos, y cómo no, el barrio de Saint Pierre y su apastelada Puerta Cailhau digna de Disney.
Otra joya de la corona, de tantas, la constituye la hermosa catedral Saint André, y un interior que es sencillamente breathtaking. Observarás que la Torre Pey-Berland se trata de un campanario exento, esto es, está separada del resto del conjunto. Esta peculiar manera de arquitectura religiosa es característica de esta zona de Francia.
Y ADEMÁS…
• Bordeaux es una ciudad a un río abrazada, el Garona (la Garonne). Surcar sus aguas te costará poco más de un euro en transporte público. Es cómodo, es rápido, es bonito, y sale (y regresa) desde al lado de la Place de la Bourse.
• El arte no es solo arquitectónico aquí. Si museos es lo que quieres, anota: La cité consta de centros como el Museo de Bellas Artes, claro merecedor de una visita, el Museo de Arte Contemporáneo CAPC, el Museo de Artes Decorativas (que se sitúa en una preciosa casa señorial) o el Museo de Aquitania, de tipo arqueológico y etnológico. La ciudad es referente para muchos creadores y artistas, no dudes en entrar en las pequeñas galerías que salpican la ciudad, con gusto los y las autores te explicarán sus obras.
• Para las compras y las boutiques tienes la larguísima y espléndida Rue Sainte-Catherine y la cercana zona del Triángulo, pero en cualquier parte de la ciudad puedes llegar a encontrar el detalle especial que buscas.
PLAN 2 – VOULEZ-VOUS DANSER?
Sí, la ciudad es muy bonita y eso está muy bien, pero te preguntarás: ¿y de lo mío qué? Si quieres fiesta y bailar, ingerir bebidas espirituosas, conocer algún garçon bordelais o disfrutar de eventos de talla internacional, ésta también es tu ciudad.
Cualquier bar de la zona centro es un buen sitio para la primera copa (por cierto, bien buscado cenar puede ser más barato que en Bilbao), pero si hay un lugar que destaca por su energía, buen rollo, chicos guapos y por su pantalla gigante donde nuestras divas internacionales favoritas despliegan sus coreografías imposibles, invitándonos a seguir sus pasos, este es el Trou Duck. Si eres vasco y de Bilbao te tratarán especialmente bien, así que apunta. Otras opciones incluyen el Coco Loko, de reciente apertura y con shows travestis para los amantes de las pelucas, o el Buster, que directamente es un sex club, así que lleva tus cositas e infórmate antes del dress code del día.
Para seguir la noche y acabar como Las Grecas los epicentros son el Stereo Klubs, dónde también verás un tacón que otro y disfrutarás del pop más petardo (incluye ambiente Les), o el Bang Bang, dirigido a un público LGBT más electro. También en esa línea está el Respùblica o incluso el Block. Estos dos últimos, sin ser de ambiente, según la noche son más o menos gay-friendly.
En el caso de las saunas, también hay para elegir: Thiers, Hugo o Saint Jean son las principales, con horarios desde el mediodía hasta la noche. Por último, si lo tuyo es la callle pura y dura, el cruising se encuentra en la zona de Mériadeck y en un bosque en el barrio de Le Lac. Suerte.
Es posible salir prácticamente todos los días de la semana, y cómo has podido comprobar oferta no falta. Cabe destacar que el popper es legal en la France, y los venden en la barra como si fueran Aquarius. Flipa. También importante, los chicos son amables y no te rugirán de la manera más borde posible si te diriges a ellos, incluso -atención- puede que alguno tome la iniciativa y te hable. Y si no les interesas desplegarán toda su politesse française para hacértelo saber amablemente. Qué diferencia, ¿verdad?
Y ADEMÁS…
• El Pride LGBT de Bordeaux se celebra a mitad de junio, y tiene lugar un sábado con una marcha, a la que le siguen un concierto y fiestas coordinadas entre los locales mencionados.
• No solo de bares vive el o la visitante, si te van los conciertos o espectáculos la capital girondina cuenta con una importante agenda cultural que siempre está a la altura.
• ¿Te gusta el fútbol? ¿Los futbolistas al menos? Del 10 de junio al 10 de julio Bordeaux es una de las sedes de la Euro 2016, con el Nouveau Stade como sede.
PLAN 3 – EL PARAÍSO DEL VINO
No entraremos en polémicas sobre qué vinos de qué lugar son los mejores, pero no cabe duda de que Bordeaux y los viñedos que lo rodean son el principal referente mundial de este delicioso caldo. No en vano en los años impares aquí tiene lugar el Salón Internacional del Vino, Vinexpo.
Para disfrutar del brebaje predilecto de Dionisio basta con estar por la ciudad, pero sin duda el bello pueblo de Saint-Émilion debe ser incluido en tu agenda. Allí encontrarás châteaus (bodegas) dónde se planta la vid y se recoge la uva, para después dar lugar al preciado líquido. Degustarás y probablemente acabarás comprando la botella que más se adapte a tu paladar, al tiempo que disfrutas de un entorno rural extraordinario.
Y es que más allá de los viñedos, Saint-Émilion es otro Patrimonio de la Humanidad, gracias a la Iglesia Monolítica (excavada en la roca, como en la Capadocia turca), los monumentos subterráneos, la Torre del Castillo del Rey y su rica historia arquitectónica, social y religiosa, testigo en su día del cisma católico-protestante. Historia, relax y vino ¿qué más quieres?
Y ADEMÁS…
• La oficina de turismo te lo presenta como el Guggenheim de Bordeaux, y aunque no vamos a pasarnos tanto, a partir de junio de 2016 abrirá sus puertas la Ciudad del Vino, con el objetivo de ofrecer e interpretar lo mejor de los productos locales y convertirse en el hito futurista que le falta a la ciudad.
• Bordeaux Fête Le Vin tendrá lugar del 23 al 26 de junio, entre espectáculos, luces, rutas y por supuesto, tintos y blancos al gusto del consumidor o la consumidora.