La asexualidad, el no tener ganas de practicar sexo, es algo que existe, pero que está enterrado e invisibilizado, igual igual que lo ha estado la homosexualidad por los siglos de los siglos. Pues resulta que, según varios estudios, el 1% de la población es asexual, y vive feliz si necesidad de acostarse con nadie. En el Estado, serían cerca de 420.000 personas, y en Euskadi, más de 21.000.

Están cada vez más organizadas/os, y cuentan con su propia bandera y una plataforma online, AVEN, desde la que intentan visibilizar su realidad. Explican que no sienten atracción ni por hombres ni por mujeres, que tampoco tienen aversión hacia el sexo, que se ha constatado y probado en animales y que no es ni una fobia ni está relacionado con episodios traumáticos del pasado.

¡Ciudado! La asexualidad no es una moda, como nos la están presentando desde los suplementos dominicales de turno, sino una forma de vida que ha existido siempre. Es verdad que si alguien te dice que nunca tiene ganas de sexo, a esa persona se le sigue mirando con cierta perplejidad e incluso desconfianza. Falta visibilización.

La literatura, el arte y el cine han dejado numerosos ejemplos de que, a lo largo de la historia, han existido muchísimos personajes que mostraban nulo interés por encamarse con otras personas. El propio García Márquez creó a Remedios, en ‘Cien años de soledad’, una mujer incapaz de sentir atracción por ninguna otra persona.

En definitiva, la asexualidad es una orientación sexual más, igual que la tuya, querida lectora. Quienes la practican no sienten asco por el sexo, incluso puede ser que se masturben, ni dejan de practicarlo por ninguna creencia religiosa o ideológica. También hay quien, siendo asexual, tiene una pareja. E incluso que se acuesten con ellas por el mero hecho de satisfacer a la persona con la que comparten su vida. Pero a la persona asexual, repetimos, acostarse con gente no le apetece ni le reporta ningún placer.

Si quieres más información, apunta:
‘L`Envie’, de la periodista francea Sohpie Fontanel, es el libro sobre asexualidad más aplaudido a nivel mundial. ‘¿Se puede vivir sin sexo’, de Javier León, y Diario de un asexual, de Lucía Lietsi, son imprescindibles para interesados en la materia.