Lo que se va a llevar este otoño, coño!
Queridas amigas, el otoño, esa estación tan versátil que lo mismo rima con coño que con Logroño, está a punto de precipitarse sobre nosotros. Y con él, treinta kilos de ropa.
Sí amigas, chanquete ha muerto un año más. Decid adiós a esos shorts que dejaban entrever vuestras nalgas; a los tirantes que dejaban al descubierto vuestros hombros quemados por el sol; y a esas chancletas, esos míseros trozos de caucho requemado, que mostraban impúdicamente los hongos de vuestras uñas y los juanetes de vuestros dedos.
Así es el otoño amigas, al tiempo que desnuda a los árboles de su frondosa vegetación, nos cubre a nosotros de ropa que superponemos y combinamos atropelladamente y sin sentido, provocando ictus e isquemias a cascoporro en aquellos que, como yo, tienen cierta sensibilidad, tías, que vuestra dislexia textil, aparentemente inocua, puede devenir en arma de destrucción masiva. ¿Si no por qué creéis que son tan antipáticas las dependientas del Bershka? No cobran plus de peligrosidad.
Es por ello que yo, una oenegé con el cuerpo de un Dios griego, que gano lo mismo desnudo que vestido, voy a hacer un esfuerzo para daros las claves de lo que se va a llevar y cómo se va a llevar este otoño. Y es que todo esfuerzo es poco para evitar el Apocalipsis textil que se avecina amigas. No me lo agradezcáis, hacedme una transferencia.
Los colores.
Los colores que son tendencia este otoño son colores otoñales, valga la redundancia. Vamos que son más tristes y apagados que una musculoca delante de su ración de arroz y pavo. El negro, los grises, el azul marino, el color vino y el verde botella serán los colores que nos acompañen este otoño. Sí maricones, el otoño es un
‘déjà vu’ cromático. Ah, tampoco descartéis el rojo animando tartanes o combinado con negro para lograr un look pandillero juvenil, amigas.
Vuelta al insti, tías!
Este otoño vamos a volver al cole hasta los que ya peinamos canas, amigas. En esta vuelta a la edad del pavo vamos a necesitar de súper pitillos, sudaderas combinadas con camisas estampadas y beisboleras que combinaremos con gorras de visera plana y sneackers monocolor. Si son blancas mejor. El acné es opcional.
Si sois más de colegio de pago el tartán, cuadro escocés para vosotras, será un must, una obligación para vosotras. Combinado con jerseys de lana y americanas de tweed, o de felpa imitando el tweed si queréis darle un aire más informal. Y zapatos Oxford. Sí, ya se que no sabéis lo que es el tweed, ni la felpa, ni los zapatos Oxford. Por eso se inventó Google y el Corte Ingles.
El oversize en blanco y negro.
Sigue la tendencia que nos llegó en primavera de calzarnos súper pitillos, con rotos en las rodillas, y camisetas que os tapen el culo y laman vuestras peladas rodillas. Todo ello combinado con beisboleras y sudaderas de diferentes longitudes superpuestas. Vamos, un cuadro. Sobretodo si medís metro y medio en el caso de las camisetas oversize y si tendéis a Falete en el caso de los súper pitillos. Las tendencias son opciones, no leyes de obligado cumplimiento nenas.
El pantalón de chandal.
El pantalón del chándal se ha convertido en el Pitbull de la moda, es ubicuo y puede ser combinado con casi cualquier cosa. Los diseñadores de moda están dando la razón a la Pantoja, una visionaria cuando combinaba chándal con tacón y abrigo de visón para ir a comprar el pan, amigas. Ahora nos proponen combinar el pantalón de chandal con jerseys de lana y blazers, americanas para vosotras. ¿Qué será la próximo? ¿Bob Dylan haciendo un cover de Kiko Rivera? Cualquier día entramos en un bucle espacio tiempo e implosionamos hasta convertirnos en un meteorito del tamaño de un lacasito. Si no, el tiempo.
El look homeless.
Si no os convence nada de lo que os propongo, siempre podéis recurrir al estilo homeless, look mendigo para vosotras, que es al otoño invierno lo mismo que el look marinero para la primavera verano, un comodín, amigas.
Superponed capas y capas de ropa, de tejidos diferentes, y procurad que se vea cada una de ellas. Jerseys jaspeados, camisas de cuadros, abrigos oversize, zapatos envejecidos, pitillos marrones, mostaza o Burdeos. Gastarse una pasta en parecer pobre es la justicia poética del consumismo. Que si somos más tontas nos hacemos relojeras.
Los complementos.
Entre los complementos destacan las gorras y las mochilas. Las primeras para la cabeza, las segundas para la espalda. No os vayáis a confundir.
Sí amigas, vestir bien es fácil, siempre que sepáis leer y no seáis daltónicas. Y recordad que las tendencias son independientes y no necesariamente combinables las unas con las otras. Menos es más y el Barroco es un acontecimiento cultural ya remoto, que sois muy exageradas, maricones. Sólo os pido que vistáis con precaución. No os olvidéis que vuestras decisiones pueden ser muy perjudiciales para nuestra salud, tías.