Urdaibai – El placer de la llegada del otoño
El arranque de la caída de la hoja no tiene que significar que nos vengamos abajo y que nos quedemos anclados en esos amores de verano que tan buen recuerdo nos han dejado. Esta época del año tiene que significar disfrutar de nuestro entorno al máximo y descubrir parajes cercanos desde el prisma de los tonos ocres o beiges que tan bien nos quedan a la cara. Un ejemplo de un cachito de Bizkaia es Urdaibai, Reserva de la Biosfera por la UNESCO, un paraíso a descubrir y disfrutar en pleno otoño.
Bosque de Oma
Pero antes de que os liéis la manta a la cabeza subiendo y bajando la dunas en la playa de Laida os propongo una parada en un bosque, ya se que sois expertos en flora, selva, tundra y arbolado vario pero el Bosque de Oma es otra cosa. Seguro que os saltará la duda de si se trata de un museo, un mural o la locura de un genio como Agustín Ibarrola. Parada obligada para los “culturetas” amantes de las zapatilla de Goretex, este bosque de helechos y pinos situado en la localidad de Kortezubi, nos presenta un conjunto de lienzos naturales, arco iris sembrados en los troncos y una sucesión de figuras y ojos humanos que nos harán perder la noción del espacio y el lugar, transportándonos a escenarios de película de ciencia ficción. La visita al bosque puede ser a través de las visitas guiadas que organiza la Diputación o de manera libre, cada cual a su bola, pero sin perder de vista que se trata de un lugar para los amantes de la cultura y el arte lejos de pinares ibicencos, más propios de los que buscan otro tipo de placeres. Eso sí, llegas tarde para las visitas guiadas al bosque, te llevan de la mano únicamente durante los meses de verano, pero toma nota para el summer que viene.
Cuevas de Santimamiñe
Sin necesidad de pillar el coche, al ladito del bosque de Ibarrola, tenemos el yacimiento arqueológico más importante de Bizkaia, la Cuevas de Santimamiñe. Hablamos de un emplazamiento donde se han hallado restos de asentamientos humanos de hace más de 14.000 años, con medio centenar de pinturas rupestres como bisontes, caballos, un ciervo o hasta un oso (el oso es una pintura) lo digo para que no os liéis guapos. Declarado Patrimonio de la Humanidad en 2.008, la cueva en la actualidad está cerrada al público, pero es posible contemplar todo su patrimonio a través de recorridos virtuales en 3D que se realizan en el centro de interpretación, aunque si os acercáis podréis acceder al yacimiento arqueológico situado en la entrada de la cueva. Además, a la larga lista de animales, podéis sumarle estalactitas y estalagmitas de gran belleza. Vamos la posibilidad de acercarnos a nuestros antepasados pero al ladito de casa.
Gernika
Entiendo que no hace falta que os explique lo que significa Gernika para la historia de Euskadi, si ese día hicisteis pira en clase luego pasa lo que pasa…para que os hagáis a la idea muchos extranjeros que visitan la villa esperan encontrarse con el reflejo de los vascos y del ser vasco y es que Gernika es la “Ciudad de La Paz” en pleno corazón de Urdaibai. Conocida por ser pasto del bombardeo de 1.937 y por el cuadro de Picasso, Gernika nos ofrece visitas guiadas a la Casa de Juntas con la posibilidad de ver su árbol. Pero Gernika es mucho más, si sois amantes del producto fresco nada de Mercadonas, cada lunes la villa saca a la calle lo mejor de la agricultura vasca y si lo que os gusta es un buen pelotari en acción nada mejor que un partido de pelota en el frontón Jai Alai. Además cuenta con una larga lista de restaurantes que te harán mandar la dieta de otoño a paseo y locales nocturnos con gente nueva para tus ojos, y es que lo que nos gusta una novedad. Para quitar el hambre podemos pasarnos por el “1000 kolorau” para disfrutar de una buena hamburguesa, el “Lezama” especialista en bacalao o el “Bake Eder” para desayunar o merendar un buen pinto de tortilla.
Reserva de la biosfera: Laga y Laida
Pero vamos a meternos en harina o mejor dicho en arena, la de las playas que nos ofrece esta reserva natural que me río yo de los reportajes de National Geographic. Pasados los sopores veraniegos os recomendamos estas dos playas para ir en buena compañía, colegas, parejas, rollete otoñal o incluso descubrimiento “dunero”. Y es que sí, ambos arenales cuentan con dunas que siempre le dan a la excursión cierta emoción añadida, parajes por descubrir con la posibilidad de hacer algún que otro “business”. Si tenemos que hacer una diferenciación entre las dos playas, Laida está situada dentro del brazo de mar, lo que hace que su fisionomía cambie constantemente en función de las mareas. A veces es una playita donde apenas te entra una toallita de bidé, o se convierte en una gran extensión de arena surcada por riachuelos. Por su parte la de Laga es un paraje sin igual protegido por el cabo de Ogoño; de hecho esta estampa ha sido reclamo turístico de Euskadi en varias campañas.
Anzoras
Y entre estas dos playas, una sorpresa, la cala de Anzoras, un pequeño reducto de arena y aguas cristalinas, donde podrás enseñar todo lo que te ha dado Dios sin necesidad de ponerte el típico bañador que impide enseñar tus “dotes” naturales. Para llegar hasta la cala hace falta pasar por un sendero de zarzas que pueden convertir un día de playa en una auténtica aventura. A escasos metros te recomendamos además un hotelito de lo más mono donde dar rienda suelta a tus instintos amorosos. El Hotel Gametxo se encuentra en todo lo alto entre las playas de Laida y Laga, una vista privilegiada para divisar la reserva de Urdaibai como si de una postal se tratase. Un hotel con encanto donde no falta un spa reservado para dos con muy poca luz. Como veis Urdabai es un paraíso a tiro de piedra.