Intersexualidad
Hay quien sigue usando erróneamente la palabra “hermafrodita” al referirse a las personas intersexuales. El término “hermafrodita” proviene de la unión de los nombres de dos dioses griegos: Hermes y Afrodita. Hermes era entre otras cosas, el dios de la sexualidad masculina y Afrodita, la diosa de la sexualidad, el amor y la belleza femeninas. Sin embargo, se trata de un término que al menos referido a los seres humanos, ha dejado de utilizarse, ya que actualmente se considera confuso y engañoso, además de poco sensible hacia aquellas personas que presentan esta condición.
La intersexualidad es un fenómeno biológico no demasiado común por el cual un individuo presenta una discrepancia entre su sexo cromosómico (XY / XX), gónadas (testículos / ovarios) y genitales (pene / vagina), de tal manera que posee características propias de ambos sexos. Los síntomas o caracteres morfológicos que pueden presentar las personas intersexuales son muy variados: clitoromegalia (agrandamiento del clítoris), genitales ambiguos al nacer, micropenes, fusión parcial de los labios genitales, hipospadias (penes con abertura en sitios diferentes a la punta), ausencia o retraso marcado de la pubertad, testículos que no descienden en niños aparentes, que podrían ser ovarios o masas labiales o inguinales (ingle) en niñas aparentes, que podrían resultar testículos. En cualquier caso, sólo un diagnóstico médico adecuado puede definir si se trata de un caso de intersexualidad o de otro fenómeno clínico.
El mayor problema que tiene que enfrentar la persona intersexual es muchas veces la incapacidad para definir su identidad sexual. Esto es debido principalmente a la imposición de la sociedad por enmarcar a cada persona en un género determinado, no contemplando nuestra auténtica diversidad. En ese sentido, primero Australia y más recientemente Alemania, han aprobado leyes que contemplan la existencia del llamado “tercer sexo”. En el caso del país europeo, los padres podrán dejar en blanco la casilla de género en la partida de nacimiento del bebé. En el futuro, éste podrá elegir libremente su sexo o bien permanecer en ese tercer género indefinido si así lo desea.
Para quien quiera descubrir algo más sobre la intersexualidad de un modo didáctico y entretenido a la vez, el cine ha abordado el tema en películas tan interesantes como “XXY” (2007) de Lucía Puenzo o “El último verano de la Boyita” (2009) de Julia Solomonoff, ambas de nacionalidad argentina y dirigidas por mujeres.