Cada mes, intentamos hablarte de los palabros que se van poniendo de moda y que tienen que ver con la sexualidad LGTBI. Ya te hablamos en su día del chemsex (tienes todos nuestros artículos recogidos en la web de BLUE), y hoy te traemos el concepto de moda entre los amantes de las orgías bareback: el “bugchasing”.

No contentos con que esos encuentros sexuales masivos se celebren sin ningún tipo de protección, los “bugchasers” proponen que entre los invitados haya uno que sea portador del VIH, pero sin que nadie sepa quién es.

El término “bugchasing” se podría traducir como “la caza del bicho”, un bicho que nosotros conocemos muy bien con nombre de VIH. En este tipo de “eventos” está prohibido el preservativo, y también desvelar la identidad del portador del virus. Y la cosa no queda ahí: los “bugchasers” se hacen llamar “cazadores” y llaman “regalo” a la infección. Gana quien “caza” el VIH.

Quienes lo practican afirman que el morbo y el peligro a infectarse incrementa notablemente la adrenalina del encuentro sexual. Y bien es cierto que tanto la persona con VIH como el resto de participantes son conscientes de la práctica que están llevando a cabo. Nadie engaña a nadie.
En Twitter, los amantes del “bugchasing” hablan de ello bajo el hashtag #neg4poz , que viene a significar “negativo en busca de positivo”.

Empieza a aparecer también material audiovisual que explora más a fondo este fenómeno. Es el caso de documentales como “I love being HIV+” (“Me gusta ser VIH+), “El regalo” o el cortometraje “Bugchaser”.

En ningún momento aconsejamos desde BLUE la práctica de esta actividad de alto riesgo. Nos limitamos a informar de las tendencias existentes para que la gente actúe con conocimiento.
Desde BLUE estamos a favor de las prácticas sexuales seguras pero respetamos las elecciones de cada individuo siempre y cuando no perjudiquen a otro sin su consentimiento.